Brasil jugó, por lejos, su peor partido en la Copa del Mundo, acabó siendo salvado por una pelota en el horizontal, pero “ligó” en los penales y venció a Chile. El juego acabó 1-1. Brasil espera al ganador de Uruguay – Colombia por cuartos.
El estadio Mineirâo terminó en un silencio sepulcral porque Brasil no jugó a nada, fue dominado por una selección chilena que no supo vencerlos.
La “Roja” jugó en función a su equipo y se plantó en la cancha a un desconocido Brasil que abusó del centro a la olla, subestimando a los trasandinos por su poca estatura, y que jugó de acuerdo a sus individualidades.
Scolari no le encontraba la vuelta al juego, Sampaoli sí, pero la Roja desperdició sus chances y terminó lamentando.
Brasil arrancó “encontrando” el gol a los 18’ por medio de David Luiz, producto de un tiro de esquina, pero la Roja no se rindió, les copó la cancha, les jugó de contra y logró el empate a los 32’ por medio de Alix Sánchez.
El empate le sentó de perillas a una “Roja” que se sintió local, jugó con firmeza y carácter, dejando lejos a los atacantes brasileños de su arco, el pobre Neymar no la vio, ni de rebote y la gente dejó de alentar.
Para el segundo tiempo los trasandinos se sintieron a gusto pero no fueron capaces de superar a una displicente defensa brasileña.
Bravo, arquero de Chile, tuvo superlativas atajadas, pero Julio César también se destacó.
En líneas generales, el partido fue anodino, porque Brasil no llegaba y Chile no tenía la suficiente fuerza en el ataque para llevarse un triunfo que era merecido.
En la ruleta de los penales, quien “ligó” lindo fue Brasil, porque los chilenos se encargaron de tirarla a las manos de Julio César.
Brasil jugará los cuartos de final ante el vencedor de Uruguay vs Colombia.