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En un partido lleno de tensión y con un final a pura garra, Lanús se impuso 1-0 sobre Independiente Rivadavia en La Fortaleza. El golazo de Walter Bou en el minuto 56′ del segundo tiempo fue suficiente para darle los tres puntos al equipo de Mauricio Pellegrino y dejarlo en el cuarto puesto de la Zona B.
Un partido de dos tiempos
En el primer tiempo, el partido fue parejo y sin grandes emociones, con un Lanús que, según su DT, no encontraba la dinámica para soltarse. Sin embargo, todo cambió en la segunda mitad. A los 56 minutos, un centro raso y preciso desde la derecha encontró a Bou, que se anticipó a todos en el área chica para empujarla y desatar el festejo de los hinchas. Este gol no solo le dio la ventaja al Granate, sino que también le permitió al equipo recuperar la confianza después de dos partidos complicados.
El drama del final y una polémica
Cuando todo parecía controlado, la expulsión de Rodrigo Castillo a los 86′ puso en aprietos al local, que tuvo que replegarse para aguantar la ventaja. Afortunadamente para los de Pellegrino, la defensa se mantuvo firme y el resultado no se alteró. La decisión de Hernán Mastrángelo, el árbitro del partido, no pasó desapercibida, sobre todo teniendo en cuenta los cruces previos con el club.
El desahogo de un equipo con jerarquía
Con este triunfo, Lanús escaló al cuarto puesto de la Zona B, mientras que Independiente Rivadavia, a pesar de sus 8 puntos, cortó su racha de levantada y se quedó afuera de la zona de clasificación. Después del partido, jugadores como Eduardo Salvio y Oscar «El Laucha» Acosta destacaron la jerarquía del plantel, un sentimiento que se vio reflejado en las redes sociales del club y en la Liga Profesional, donde se resaltó el importante triunfo. El grito de gol de Bou fue más que un simple tanto; fue el desahogo de un equipo que demostró su verdadera cara y ahora se acomoda en la lucha por el campeonato
