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Bodø, Noruega, 30 de septiembre de 2025. La historia se escribió en el Círculo Polar Ártico. El Bodø/Glimt protagonizó una de las actuaciones más memorables de la Champions League al neutralizar y someter al Tottenham Hotspur en el Aspmyra Stadion. Aunque el marcador final fue un 2-2 dramático, el equipo noruego celebró el punto como una victoria moral, dejando al gigante inglés al borde de la crisis.
El empate no solo representa el primer punto de local del club en la fase de grupos de la Champions, sino que subraya su estatus como el equipo sensación de Europa que se atreve a soñar en la élite.
Un Asedio de 90 Minutos: Estadísticas que Hablan
El equipo noruego, dirigido por Kjetil Knutsen, salió al césped artificial del Aspmyra Stadion con una ambición desbordante. El dominio del Glimt fue palpable desde el inicio, reflejado en las estadísticas finales:
- Posesión: Bodø/Glimt controló el juego con un impresionante 62% de posesión (frente al 38% del Tottenham).
- Ataque: Ambos equipos registraron 12 disparos, pero la calidad de las ocasiones noruegas fue superior, manteniendo al portero Spur Vicario bajo presión constante.
La primera mitad estuvo marcada por la desgracia del local. A pesar del dominio, Kasper Høgh erró un penalti crucial, enviando el balón por encima del travesaño, un fallo que, según la prensa noruega, fue un «aviso del destino».
El Despertar del Héroe y el Agónico Final
Tras un primer tiempo sin goles, el drama se desató en el complemento, transformando el partido en una epopeya para el Glimt:
- Doblete de Leyenda: El extremo Jens Petter Hauge se erigió como el héroe local, anotando dos golazos, el segundo de ellos una joya inalcanzable, para poner el 2-0 y desatar la euforia total en las gradas. El Glimt estaba a minutos de una victoria histórica.
- Tottenham Responde por Arriba: El club londinense, mermado por las ausencias de su capitán Cristian Romero y el delantero Dominic Solanke, solo pudo reaccionar a balón parado. Micky van de Ven recortó distancias (2-1) poco después del segundo gol noruego, manteniendo viva la esperanza inglesa.
- El Autogol de la Tragedia: El destino, sin embargo, jugó una cruel pasada. Cuando el reloj marcaba el minuto 89, un disparo de un jugador Spur (que algunas fuentes atribuyen al rebote tras un tiro atajado por el portero Haikin) fue desviado de forma agónica por el recién ingresado defensor Jostein Gundersen, firmando el autogol que decretó el 2-2.
El final fue un contraste de emociones: euforia contenida en el banquillo inglés y una rabia dulce en el noruego.
Reacciones: Del Pesar a la Crítica
El empate dejó un sabor agridulce en Bodø. El entrenador Kjetil Knutsen expresó su frustración por dejar escapar la victoria, pero se mostró orgulloso del «partido de matrícula» que firmó su equipo. El defensor Gundersen asumió con visible pesar su error en el autogol decisivo.
En el lado inglés, los aficionados en redes sociales expresaron alivio por haber rescatado un punto de forma milagrosa, pero lanzaron duras críticas al rendimiento del equipo y al técnico Thomas Frank, cuyo planteamiento fue superado por un rival con menor presupuesto.
Consecuencias: Alarma en Londres, Esperanza en el Ártico
El punto obtenido le sabe a victoria al Bodø/Glimt, consolidando su imagen de equipo valiente en Europa. Por otro lado, el empate deja al Tottenham en una posición delicada en el grupo con solo 2 puntos en dos partidos, obligándolo a mejorar urgentemente su desempeño antes de su próximo compromiso en Premier League ante el Leeds United.
El mundo del fútbol ya lo sabe: el Bodø/Glimt no es un mero participante. Es un competidor que, con su estilo audaz y su inquebrantable espíritu del norte, ha llegado para incomodar a los gigantes.
