La directiva de Boca Juniors se desligó de los desmesurados festejos de sus parciales, quienes ingresaron a la Bombonera vestidos de «fantasmas de la B», se colgaron del alambrado y detuvieron el partido partido por largos minutos; hubo fuegos artificiales, provenientes de las afueras del estadio.
«Boca institución, no armó nada» dijo el dirigente Carlos Aguas. El dirigente xeneize aclaró que los fuegos artificiales fueron lanzados desde una casa lidera, que nada tiene que ver con el club.
Aguas, reconoció estar feliz por la victoria clásica y aprovechó para culpar a la policía, quien es responsable por el cacheo y dijo no saber cómo llegaron los disfraces ahí.
El directivo tuvo argumentos para todo y supo defenderse como gato entre la leña; respecto a la leyenda en el tablero electrónico que rezaba «Decime que se siente», éste esgrimió «es una publicidad de una revista».
En pocas palabras, Carlos Aguas culpó a todo lo tercerizado del club, como si el club no fuese capaz de controlar lo que ellos hagan, el dirigente dio a entender que Boca es una suerte de anarquía, donde cada uno hace lo que le parece correcto.
Flojos los argumentos y se espera una sanción contra el club más popular de la Argentina.
@lostribuneros