Siete oportunidades tuvo Boca Juniors para lograr la victoria, desperdiciando seis y en el séptimo intento lo logró; maldición rota en La Bombonera, maldición que les costó el despido de Miguel Ángel Russo. Derrotaron por la Copa de la Liga Profesional a Patronato con gol sobre el final.
La oncena dirigida interinamente por Sebastián Battaglia se alzó con una agónica victoria sobre los entrerrianos, gracias a un centro milimétrico que fue interceptado por el pibe Luis Vázquez, rompiéndo así con empates y derrotas y nada de victorias.
El equipo dejó la imagen de ser más de lo mismo porque sufrió por demás, incluso, Rossi debió sacarle pelotas al uruguayo Sebastián Sosa Sánchez y ligó que con el arco libre Delgadillo no haya llegado a tiempo para empujarla.
Al menos los boquenses probaron al arco, sacando remates de media distancia, probando los reflejos de Ibáñez.
El medio fue compuesto por Medina, Rolón y Ramírez, mientras que a Vázquez, que fue el centro delantero, los acompañaron Pavón por la derecha, mientras que Briasco corrió por la banda contraria.
La victoria boquense impidió que Patronato se ponga a tiro del líder Independiente, además, los sacó de la cola del torneo. Ahora Battaglia tendrá la posibilidad de ganar terreno para no perder de vista al pelotón inicial.
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