El equipo xeneize tuvo que sufrir más de la cuenta en Paraguay pero logró el objetivo y se trajo la clasificación en la Sudamericana. Boca superó por 0-1 al Capiatá y forzó los penales. Superlativa actuación Agustín Orión.
Boca Juniors se quedó con la sangre en el ojo, tras la derrota sufrida ante el modesto equipo guaraní en la Bombonera, por la ida de los octavos de final.
Los xeneizes se vieron obligados a alzarse con un triunfo que les permita clasificar, o al menos, forzar los tiros penales.
Arruabarrena puso en la cancha a un equipo ambicioso que empujó, pero que fue puro pelotazo, incapaz de sorprender. Boca arrancó metiendo una pelota en el palo e hizo sufrir a los paraguayos durante el primer cuarto. Capiatá optó por jugar de contra, pero el equipo de la Ribera no se dejó sorprender, manteniéndose sólido en el fondo.
Boca jugó con tres en el fondo: Magallán, Pérez y Forlín, mientras que Fuenzalida y Colazo eran los carrileros.
El planteamiento táctico del xeneize estuvo bueno porque logró jugar en campo adversario, teniéndolos lejos del arco de Orión.
Capiatá formó un muro frente a su área grande e impidió que Boca le llegue con peligro. Además, el equipo porteño fue incapaz de sorprender, de sacar conejos de la galera, no explotando las bandas laterales como es debido.
Chávez y Calleri dieron batalla, pero la defensa paraguaya respondió. El tiempo expiraba y la desesperación se adueñó de Boca. Gustavo Velázquez vio su segunda amarilla a los 65′ y dejó a su equipo con 10, favoreciendo a un Boca que supo sacar ventaja.
Calleri, a los 73′, metió el gol y a Boca le volvió el alma al cuerpo.
Se vinieron los penales y hubo varias emociones. Ambos arqueros se lucieron, pero quien «ligó» mejor fue Agustín Orión y Boca clasificó a los cuartos de final.
Boca enfrentará a Cerro Porteño por cuartos de final.
@lostribuneros