En este domingo 3 de abril, Boca Juniors, el club de la Ribera, uno de los dos más populares de la Argentina y de los más del mundo, está celebrando sus 111 años de existencia. Lo mismo que decir 111 de gloria, por más que obviamente no siempre haya ganado títulos. Pero entre figuras, hazañas, idas, vueltas, campeonatos, Copas, hinchada, el xeneize es parte de la idiosincrasia futbolera y general de la Argentina. Decir Boca es decir fútbol, pasión, ruido, goles, fervor, garra, ataque. La Bombonera, Maradona, Varallo, Gatti, Palermo, Severino Varela, Rojitas, Mouzo, Riquelme, Guillermo Barros Schelotto, Rodolfo Arruabarrena, Palermo, Gareca, Rattin, Batistuta, Latorre, Tapia, Pasucci, Graciani, Madurga, Ribolzi, Suñé, Mastrángelo, Orión, Tévez. El riachuelo, las cantinas, el ecindario, el Museo (primero en América), la Casa Amarilla. Decir Boca también es recordar a Alberto Armando, a Pedro Pompilio, a los humildes orígenes del club en 1905, cuando se usó primero una camiseta a rayas blancas y negras y luego se tomaron los colores del primer barco que pasó por el puerto, uno de Suecia, azul y amarillo. Desde este medio, nuestro abrazo a la famosa “mitad más uno”, el segundo más ganador de campeonatos locales, el más laureado en general de la Argentina y, más allá de estadísticas, un sinónimo de fútbol.
Diego Martín Yamus
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