Boca hizo lo que debía hacer, ganó el grupo y que pase el que sigue

El popular equipo porteño precisaba de una victoria para meterse en octavos de final de la Copa Libertadores de América en La Bombonera. El rival de turno había sido su verdugo en el inicio de este Grupo E por lo que la diferencia de puntos entre ambos exigía que Boca Juniors sume de a tres sí o sí; objetivo logrado, fue 1-0.

Dirigidos por Sebastián Battaglia, los xeneizes estaban obligados a batir a un Cali que con la igualdad se sumaba a Corinthians que simultáneamente jugaba ante el boliviano Always Ready.

Los planetas estaban alieneados para el flamante campeón de la Copa de la Liga Profesional porque un zapatazo rastrero de Alan Varela, de 25 metros, terminó colándose en el arco azucarero defendido por el uruguayo Guillermo De Amores. Ese gol fue determinante para que los boquenses entren a octavos de final y, que, además, Always Ready le robó de San Pablo y empate al Corinthians para que Boca termine siendo el triunfador de la zona.

Battaglia contó con el paraguayo Óscar Romero, el «Pol» Fernández y el «Toto» Salvio en el medio ofensivo, mientras que el Pipa Benedetto fue punta de lanza. El planteo funcionó y el resultado lo dice todo.