Carlos Bianchi comenzó a caminar por la cuerda floja tras la continuidad de resultados adversos desde que está al mando del equipo de la Ribera. La directiva salió a manifestar su apoyo pero no hacen oídos sordos a los reclamos de la hinchada. Martucci, secretario general, pidió «apoyo».
TÉLAM. El dirigente sugirió además «confiar en los refuerzos» sumados durante el receso de invierno, en el que Boca perdió a su último gran emblema futbolístico: Juan Román Riquelme.
A propósito del crack, se negó a contestar sus declaraciones del sábado pasado cuando dudó sobre la presencia de «muchos bosteros» en la actual Comisión Directiva del club.
Además, entendió el malestar de los hinchas, que ayer despidieron al equipo entre silbidos e insultos por la derrota con los rosarinos en La Bombonera.
«A nadie le gusta arrancar perdiendo, es algo que duele. No me gusta hablar en este tipo de situaciones pero es necesario apoyar», asumió Martucci en diálogo con «Deportivo Télam».
Pese al mal inicio de temporada, que ya suma la eliminación en la Copa Argentina a manos de Huracán, de la segunda división, el dirigente aseguró que Bianchi «no hace especulaciones» sobre una eventual renuncia por malos resultados.
El entrenador más ganador en la historia de Boca tiene contrato hasta el año próximo y la dirigencia del club «confía en que el equipo funcione como el técnico requiere», según el secretario general.
«No estamos preocupados sino ocupados. El hincha tiene todo el derecho a estar enojado cuando se va de la cancha después de una derrota de Boca», admitió.
Luego, el dirigente realizó una defensa de los ocho refuerzos pedidos por Bianchi, cuatro de los cuales participaron ayer pero sólo uno como titular (Federico Carrizo).
«Hay que confiar en ellos, es sólo un partido el que se jugó y no se puede ser determinante. Cuando contratamos jugadores sabemos lo que hacemos», aclaró.
Martucci relativizó el hecho de que Boca no haya sumado jugadores rutilantes a su plantel al explicar que «he visto pasar por el club jugadores exquisitos que no funcionaron y otros de menor cartel que sí. La camiseta de Boca pesa».
Al respecto, comentó que la dirigencia intentó el regreso del delantero Darío Cvitanich pero «no se llegó a un acuerdo con el club (Niza de Francia)».
«Apostamos a otros jugadores. Boca es un equipo que se está armando y ayer tuvo enfrente un rival que sabe a lo que juega», aseguró.
Finalmente, se excusó opinar sobre las declaraciones de Riquelme, a quien se refirió como «un ex jugador del club».
«Nosotros ahora tenemos que preocuparnos por este presente. El hincha no especula sobre quienes no están, sólo quiere que los once que salen a la cancha con la camiseta de Boca sean mejores y ganen», concluyó.
El plantel «xeneize» regresará mañana a las prácticas en Casa Amarilla con vistas al partido de la segunda fecha con Belgrano de Córdoba, el domingo próximo a las 21.30.