En 1984, el gran Racing Club de Avellaneda se encontraba en el momento más oscuro de su historia. Casi quebrado institucional y económicamente, encima jugaba por primera vez en la B. La vieja Primera B, similar a la actual, pero entonces era la segunda categoría, no como hoy que es la tercera. El once académico, dirigido por el profesor Jorge Castelli, había traído figuras ya veteranas, como Miguel Angel Brindisi o Carlos Squeo, para intentar el ansiado regreso.
Sin embargo, la campaña no fue la esperada. Varios empates, una racha sin marcar, malos trabajos contra equipos inferiores, como Deportivo Armenio o Sarmiento. Y tardes negras como la del 28 de abril de 1984, cuando visitó a Banfield, uno de los animadores en ese momento.
Era un partido difícil en cancha del Taladro. Pero los locales no iban a soñar con cómo se dieron las cosas. A los 12 minutos, el marcador central racinguista Enrique Belloni quiso despejar y mandó la pelota a la red de Jorge Traverso. Banfield se ponía arriba rápido. Y qué decir cuando a los 18 minutos, sólo seis después, otro centro y Belloni nuevamente rechazó mal y la metió. Sí, dos goles en contra en seis minutos.
Por supuesto, el buen zaguero, que ya había hecho goles a favor de su equipo, no fue el culpable de la pésima jornada para Racing, que fue claramente superado y perdió 4-2, anotando Franceschini y Jara los otros tantos banfileños, y descontando el inolvidable Félix Orte por dos veces, una de penal.
Para colmo, el tremendo Deportivo Español y Gimnasia y Esgrima La Plata, los grandes rivales de la Academia y ascendidos finalmente a Primera, ganaban y comenzaban a mostrar su poderío. Luego Racing mejoró y aunque no pudo con Español, llegó a la final del octogonal, donde fue ampliamente superado por Gimnasia. Pero las de Belloni fueron perlas para el recuerdo. Aunque hayan sido en contra.
Dos goles en contra en 7 minutos del defensor de Racing Belloni
@lostribuneros