Barbarie en Lisboa: Bayern humilló al Barcelona con histórica goleada por 8-2

Una locura. Demencial. Fue una máquina perfecta de la mitad para adelante el Bayern Munich. Atrás anduvo muy bien, pero en la faz ofensiva hizo desastres. Fue una masacre futbolística lo sucedido en el Estadio da Luz de Portugal.

Por cuartos de final el equipo de Bayern Munich sacó a pasear a un desconocido Barcelona. Sí, lo goleó pero no por 4 o 5 sino que fue por humillación ¡8 goles hizo el equipo bávaro!

La paliza contó con ocho goles anotados; uno fue anulado y otro en contra sino hubiéramos estado hablando de un 9-1.

Este resultado, sin dudas histórica para Barcelona, la peor goleada de su historia en Champions League comenzó con un tanto de Thomas Müller en el tercer minuto de juego.

Sin embargo, rapidito nomás, Alaba lo empataba con gol en contra a los siete.

La excelente planificación de Hans Flick daba frutos; presión en zona rival que desnudaba falencias del Barça y que provocaba errores de la defensa. Ter Stegen debió pagar el pato.

¿Dónde estaba Piqué? Ni se lo vio en el encuentro. De Jong tampoco entendía nada porque el planteo bávaro fue cruel, descomunal, subyugante.

Perisic, Müller y Gnabry se hacían la panzada cada vez que debían ir al ataque, pero para que éstos funcionen hubo un lateral Davies que se sumaba al ataque, un Kimich por el otro extremo, el derecho, ponía en ridículo Jordi Alba.

La paliza terminó 4-1 en la primera parte porque Perisic, Gnabry y Müller justo en la media hora había dejado todo así.

En el complemento el conjunto de Barcelona a puro corazón y nada de fútbol trató de hacer algo. Lionel Messi directamente fue borrado del cotejo. Thiago Alcántara y Goretzka lo tenían entre ojos y Boateng y Alaba se encargaban de no dejarlo dibujar.

El uruguayo Luis Suárez demostró su garra y descontó, pero él solo no podía. Arturo Vidal intentó también, pero Bayern fue un equipo.

Manuel Neuer salió en una ocasión desde su arco, Müller la recibió, la cubrió y se la puso a un Perisic que solo entró, pateó mordido y no fue gol por esa causa, pero esto es un ejemplo, de cómo funcionó Bayern.

Otra muestra fue las salidas de contra, los bávaros corrían en línea con cinco hombres barriendo como rugbiers en busca del try; tomala vos, dámela a mí, y a buscarla al fondo de las piolas.

El uso de las bandas laterales, de la sorpresa, fue otro de los condimentos, ese Davies fue monstruoso. Parecía un partido de videojuego.

Barcelona lograba llegar sí, es cierto, pero abusaba del toque anodino, no pateaba al arco, y pensar que supieron meterse en el área alemana, pero querían entrar tocando y sacar un remate cercano al área chica en lugar de hacerlo desde afuera del área grande, como lo hizo el adversario.

Mientras que Flick metió cambios a partir del minuto 67, su rival Quique Setién en el entretiempo mandó al campo a Griezmann por Sergi Roberto; Coman en Bayern entró por Perisic y en el minuto 75 vino el turno de un Philippe Coutinho en lugar de Gnabry; dos goles hizo el brasileño (85′ y 89′).

Ansu Fati reemplazó a Busquets y pará de contar, Setién no aprovechó los otros tres cambios porque no sabía para qué lado correr.

Los bávaros presionaron, recuperaron y anotaron, hicieron todo simple, fácil, práctico. Funcionaron como un Porsche, BMW, Audi o Mercedes Benz.

Es la goleada más abultada anotada en la historia del Bayern en zona de cuartos de final.

Ahora a pensar en el juego semifinal porque se viene el ganador de Manchester City – Lyon (juegan el sábado)

Goles: Müller, 4′ y 31′; Perisc, 21′; Gnabry, 27′; Kimmich, 63′; Philippe Coutinho, 85′ y 89′. Para Barcelona anotó en contra Alaba, 7′ y el uruguayo Luis Suárez, 57′.

@lostribuneros

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