Desde los años 60, cuando comenzó tímidamente a competir para llegar al Mundial, Oceanía tuvo que sufrir la injusticia de jugar un repechaje con un país de otro continente, el que no quedaba nada cerca. Quien pasara del pequeño submundo oceánico, generalmente Australia, enfrentó a equipos de Sudamérica, Europa, Medio Oriente, África, América Central. Y salvo milagro, era lógico que terminaba eliminado. Lo cual se cortó con esta <Copa del Mundo gigante de 48 naciones que le otorgó su primera plaza directa, que se llevó Nueva Zelanda.
Pero hasta este histórico 2025, el remoto continente debió atravesar penurias de viajes interminables, rivales superiores y la rareza de ganar varios partidos ante sus vecinos para luego verla de afuera. La primera ocasión que contó fue para Inglaterra 66, cuando la FIFA dio un cupo para que se lo pelearan África, Asia y Oceanía, lo que originó el boicot africano y dejó solo a Australia, que sin embargo fue arrasado por Corea del Norte, que luego haría historia al derrotar a Italia en la fase grupal. Para México 70, la presidencia del brasileño Joao Havelange no cambió el panorama, ya que el equipo australiano debió luchar a tres partidos con Rhodesia (parte de la actual Zambia) y tras ganar, la final con Israel perdida 0-1 afuera y 1-1 de local. Hasta que para Alemania 74, el 13 de noviembre de 1973 los Socceroos marcaron un hito en ser los primeros de Oceanía en un Mundial, al vencer a Corea del Sur 1 a 0 con gol de Mackay.
El certamen de Argentina 78 encuadró a Australia con países de Asia y Medio Oriente, y fue superado con facilidad siendo Irán el representante de Asia-Oceanía. Cuatro años después llegó la segunda clasificación, pero más meritoria que la del 74, ya que fue Nueva Zelanda que para España 82 primero eliminó a los australianos y luego luchó duramente con el mundialista Kuwait y con China, con quien terminó igualado en puntos y tuvo que desempatar en Singapur, donde aquel 10 de enero de 1982 Woodin y Rufer realizaron el 2-1 que los colocó en su estreno.
Pero la situación de fondo era la misma: Australia o Nueva Zelanda tenían que atravesar esa injusta barrera. Los neozelandeses ya no estuvieron a la altura, y fue Australia que para México 86 se las vio con Escocia, rival de viaje y más fuerte, que lo batió a doble partido. En la previa de Italia 90 los dos grandes de Oceanía retornaron a chocar con Israel, que los derrotó en triangular antes de caer con la gran Colombia. Y a partir de Estados Unidos 94, Australia empezó sus travesías sudamericanas: en el 93 cayó dignamente con Argentina tras haber vencido a Canadá en un pre-repechaje. Para Francia 98 se volvió al encuentro con Asia y parecía de los canguros frente a Irán, que sin embargo los amargó al remontarles un 0-2 a 2-2 y marginarlos por más goles de visita. Y en 2002 y 2006 fueron los choques con Uruguay, el primero perdido y el segundo ganado por tiros desde el punto penal, con lo que Australia logró el tercer pase de Oceanía al Mundial. Mas cansado de este desatino, cambió de confederación y se mudó a la de Asia, en la que igual ya había estado de invitado.
Sin su superior vecino, Nueva Zelanda tomó la bandera del continente y el 14 de noviembre de 2009 consiguió para Sudáfrica 2010 otro hito para Oceanía, al doblegar con lo justo a Bahrein 1-0 por Fallon. Enseguida la FIFA volvió a mezclarlo con países y zonas injustas y los Kiwis no pudieron retornar: 2014 barridos por México, 2018 vencidos por Perú y 2022 por Costa Rica.
Por fin se hizo algo bueno y el súper Mundial de 48 países le dio a la región la chance de llegar sin aquellas rarezas. De local y con amplísima ventaja sobre sus coterráneos, Nueva Zelanda goleó a Nueva Caledonia el lunes 25 de marzo por 3 a 0 y escribió un nuevo capítulo en la vida de Oceanía futbolera. Ese capítulo que intentó hacer desde aquel camino a Inglaterra 1966.
Diego Martín Yamus. diegoperiodista93@gmail.com.