El equipo dirigido por el periodista deportivo Rodolfo De Paoli se ganó el derecho a jugar en la Liga Profesional tras superar por tiros penales a Quilmes, tras empatar sin goles en el Cilindro de Avellaneda ante una multitud.
Tras un primer tiempo intenso con un tanto bien anulado a Quilmes por off-side, y con un airado reclamo de penal por una falta inexistente contra el futbolista de Barracas Central, Mauro Albertengo, pasaron a jugar la segunda etapa donde se dedicaron a poseer la pelota pensando directamente en la posiblidad de ir a los penales.
Tigre era el primer ascendido por ser campeón de la Primera Nacional, y faltaba que se definiera el segundo y último ascenso entre los ganadores de las semifinales del Reducido, Quilmes, que eliminó de manera polémica a Ferro Carril Oeste y Barracas Central que superó a Almirante Brown.
El clan del «Chiqui» Tapia, hoy presidente de la AFA, cuenta con su hijo Matías como presidente de la institución porteña y el hermano de éste Iván fue titular ante los Cerveceros.
En la definición por penales el encuentro terminó 5-4.
Si bien los nueve penales fueron perfectamente rematados, de tal manera, que los arqueros no pudieron parar siquiera uno, Rafael Barrios fue quien marró su remate al tirar el esférico afuera en su pretensión de asegurar el tanto.
Los héroes de Barracas Central fueron Iván Tapia, Lucas Colitto, Germán Estigarribia, Gonzalo Paz y Fernando Valenzuela.