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Un partido para el infarto jugaron el Real Madrid y Barcelona por la jornada 29 del campeonato español, jugado en el Bernabéu. Barcelona ganó por 4-3 con 3 goles de Messi y le puso un toque de dramatismo a la recta final de La Liga.
Dios mío, qué clásico nos regalaron los españoles en un Santiago Bernabéu repleto de palmo a palmo.
Real Madrid en su feudo buscaba casi consagrarse como campeón, ya que este juego fue una final adelantada, pero Barcelona estaba obligado a ganar para quedar a tiro del merengue y del Atlético Madrid, por eso, vimos uno de los mejores partidos de los últimos tiempos.
El juego arrancó conectado a 100.000 voltios porque Real Madrid durante los 2′ minutos iniciales acosó a un Barcelona que parecía impotente, pero que nada, Neymar sacó una contra que enloqueció a todos y se perdió el gol, siendo esto un aviso de lo que vendría.
Madrid asediaba con un Benzema enchufado que tocaba con Di María y trataban con Cristiano Ronaldo abrir el tanteador.
En 5′ pasó de todo, fue una cosa de locos ese partido, porque el merengue, arengado por su público arrinconaba al Barça, solo que un perfecto contragolpe, esta vez por la izquierda, dejó solo a Iniesta frente a López y éste no perdonó: ¡golazo! 1-0, a los 6′.
Tras el gol, Barcelona se serenó y alejó un poco al Real Madrid de su área, pero los anfitriones estaban malheridos y no querían que su adversario, ahora con el Tata Martino, les haga lo que vivía haciendo de la mando de Guardiola, por eso, empujaron y en solo 4′ pusieron las cosas en su lugar; Benzemá a los 20′ ponía el empate y a los 24′ anotaba el 2-1, revirtiendo de manera merecida el resultado.
Se hacía justicia porque Real Madrid era mejor que su rival, los dirigidos por Ancelotti presionaban y arrinconaban a un Barcelona que estaba abajo en el marcador, solo que Messi tuvo su chance a falta de 3′ para el descanso y no perdonó: 2-2.
El complemento no arrancó con la electricidad del primer tiempo, Real Madrid estaba algo más sereno que su rival catalán y comenzó a cocinarlo a fuego lento; Cristiano Ronaldo avanzó con la pelota, Dani Alves lo fue a cerrar y lo fauleó, pero afuera del área, el hábil portugués se tiró un piscinazo y el referí compró: penal.
CR7 a los 55′ tomaba carrera y anotaba el 3-2 para un Real Madrid que daba la sensación se iba a quedar con en triunfo.
Barcelona, herido, no se rendía, de contra le buscaba la vuelta a un rival que se regalaba en la defensa, Real Madrid estuvo muy mal parado, y por eso, Neymar aprovechó su oportunidad, escondió la pelota y fue derribado por el defensor Sergio Ramos, que fue expulsado. Messi se encargó, a los 65′ de anotar el 3-3.
Uno menos tenía el Real Madrid, y si ya defendía mal, sin su zaguero Ramos, directamente quedó en ruinas, para peor, el mediocampo defensivo merengue dejó hacer de gato zapato a los atacantes azulgranas, que generaron varias chaces de gol, y hasta un postazo de Dani Alves.
El acoso del Barcelona se sintió, y ahora el piscinazo lo hizo Iniesta, que aprovechó ser marcado por dos defensores merengues para engañar al referí y hacer lo mismo que CR7: tirarse al piso.
Otra vez, el referí compró y, esta vez, marcó penal para el Barcelona, el tercer del partido, faltaban solo 6′ para el final, estaban 3-3, Messi era silbado y tenía la responsabilidad en sus pies, por lo que sacó un remate al ángulo y resolvió todo: 4-3 y su triplete.
Si usted se cree que el juego iba a terminar con un Barcelona colgado de su travesaño, sacando pelotas de punta y a la tribuna, está equivocado, ya que el catalán quería el quinto y terminó jugando en campo madridista.
Partido hermoso, con jugadores que dieron lo mejor de sí, y ahora la Liga lleva un rumbo incierto porque Real Madrid y Atlético Madrid lideran con 70, mientras que el Barcelona les respira la nuca con 69 puntos.
@lostribuneros
