El FC Barcelona estuvo a punto de ser víctima de una estafa millonaria durante el fichaje de Robert Lewandowski en 2022. Un estafador se hizo pasar por el agente del delantero polaco, Pini Zahavi, y solicitó una transferencia de un millón de euros como parte de su comisión. La solicitud fue enviada por correo electrónico a altos directivos del club, quienes, sin verificar adecuadamente la autenticidad del mensaje, procedieron a realizar la transferencia a una cuenta del Banco de Chipre a nombre de un supuesto abogado, Michael Gerardus Hermanus Demon.
Afortunadamente, el banco detectó la transacción como de alto riesgo debido a la falta de historial en la cuenta y bloqueó el pago antes de que el dinero llegara al destinatario final. El estafador intentó presionar al club y al banco, incluso amenazando con denunciar al Barcelona ante la UEFA si no se efectuaba el pago . El club catalán logró recuperar el dinero y reforzó sus protocolos de seguridad para evitar incidentes similares en el futuro.
Este incidente resalta la importancia de la verificación rigurosa en las transacciones financieras y la necesidad de mantener protocolos de seguridad sólidos para prevenir fraudes en el ámbito deportivo.