El deporte nunca había atravesado una etapa tan espléndida en Azerbaiján. En los Juegos Olímpicos de 2016, el país pulverizó su récord de medallas, al colgarse 18, por las 10 de hace cuatro años. El boxeo, la lucha y el judo fueron las disciplinas en las que brillaron especialmente los atletas azeríes, pero dos deportes siguen siendo los más populares en la Tierra del Fuego: el ajedrez y el fútbol.
En el primero de ellos, Azerbaiján siempre ha sido considerado una de las superpotencias del planeta. En cuanto al deporte rey, sus recientes éxitos le han permitido acercarse a la élite mundial.
Hace poco empezó de forma inmejorable su partida en la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, capturando al paso a San Marino (0-1) y Noruega (0-1). En su tercer compromiso de estas eliminatorias, el pasado 11 de octubre, la Milli se cruzó con la República Checa, uno de los dos grandes favoritos del Grupo C, junto a Alemania. Y, aunque no ganase, obtuvo un más que digno resultado: al cabo de los 90 minutos, consiguió hacer tablas ante los discípulos de Karel Jarolim.
Así, transcurridas tres jornadas, Azerbaiján es segundo de la clasificación, a dos puntos de la Nationalmannschaft.
“Somos la revelación de este inicio de las eliminatorias. Nadie esperaba unos resultados así, pero estamos convencidos de que podemos plantar cara a cualquier rival. Hemos efectuado cambios en el plantel, y tenemos fe en lo que hacemos, que es lo más importante”, explica, en declaraciones a Goal, el croata Robert Prosinecki, técnico de Azerbaiján desde 2014 y auténtica leyenda de la selección cuya camiseta recuerda precisamente a un tablero de ajedrez.
Azerbaiján nunca había comenzado con tan buen pie una fase previa, ni de la Copa Mundial de la FIFA ni de la UEFA EURO. El cuarto puesto obtenido en su liguilla de la competición preliminar de Brasil 2014 constituye la mejor clasificación de su historia. Durante la campaña de la cita sudamericana, sumó nueve puntos.
De este modo, está a dos de su propio récord, con siete encuentros aún por disputar. Y, por si fuese poco, estos resultados han permitido reubicar al país en el tablero mundial. Tras un avance de 45 plazas, es 88º de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola del mes de octubre, a 15 de su histórica 73ª posición, lograda en 2014.
“Progresamos a cada día que pasa. Mis hombres son duros, se emplean a fondo en los duelos individuales, y juegan con seriedad”, señala convencido Prosinecki. Por ejemplo, Kamran Aghayev, una muralla infranqueable de 1,89 m bajo palos, y la pareja de centrales formada por Maksim Medvedev y Rashad Sadygov, estrella y capitán del combinado nacional, destacan en la retaguardia.
En cuanto a Rahid Amirguliyev y Gara Garayev, que atesoran una importante experiencia en la UEFA Europa League con los colores del Qarabağ, son las piezas imprescindibles del mediocampo. El ataque azerí es el sector que más lagunas presenta, aunque Ruslan Qurbanov inauguró su cuenta anotadora en septiembre, ante San Marino, tras disputar más de diez partidos.
“Mi cuerpo técnico y yo queremos que Azerbaiján juegue al fútbol, no que se limite a defender”, subraya Prosinecki.
¿Jaque al rey alemán? Y es innegable que esta filosofía está dando sus frutos. Durante la fase previa de la Eurocopa, los empates registrados contra Noruega (0-0) y Croacia (0-0), así como la derrota ante Italia (3-1), en un partido en el que el equipo resistió casi hasta el final, habían creado grandes esperanzas… “Nos hemos esforzado mucho. Muchísimo”, insiste Prosinecki. “Convencimos a los jugadores para que creyesen en nosotros y en sus capacidades. Ahora ya saben que pueden sorprender a cualquier adversario”.
El próximo, camino a Rusia 2018, no es otro que Irlanda del Norte, este 11 de noviembre, un conjunto al que Azerbaiján ya dio jaque mate (1-1, 2-0) y superó en la tabla durante los clasificatorios de Brasil 2014.
Luego vendrá Alemania, oponente especial en la vida de Prosinecki, que nació en Schwenningen, no muy lejos de Stuttgart, y al que venció, contra todo pronóstico, en cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA Francia 1998.
“¡Es Alemania! El equipo que no tiene puntos débiles, que siempre es favorito, que llega hasta el final en todas las competiciones. Cuando se pierde contra Alemania en cuartos de final de un torneo, puede decirse que casi era misión imposible. Nadie es favorito contra Alemania. Es como imaginar a un club pequeño ganar en estos momentos al Real Madrid o al Barcelona. ¡Pero nosotros lo hicimos!”, declaró hace poco a FIFA.com.
Así, con Prosinecki al frente, todo es ahora posible para un Azerbaiján definitivamente dispuesto a pasar de peón a dama.
Fuente: FIFA.com
Diego Martín Yamus.
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