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Mendoza, Argentina. En un partido que dejó un sabor amargo para el Tomba, Godoy Cruz cayó 1-0 ante Atlético Mineiro y quedó eliminado de la Copa Libertadores con un global de 3-1. A pesar de haber dominado la posesión y de generar numerosas llegadas, la falta de efectividad y un penal anulado por el VAR a los pocos minutos del partido fueron determinantes para sellar su destino.
El encuentro arrancó con una gran polémica. Apenas se jugaban cinco minutos cuando el árbitro chileno Felipe González cobró un penal a favor de Godoy Cruz por una mano en el área de Vitor Hugo. La ilusión de la gente duró poco: tras la revisión del VAR, el juez revirtió su decisión, lo que provocó la bronca en el Malvinas Argentinas y condicionó el ánimo del equipo local.
A pesar de la jugada, Godoy Cruz se adueñó del partido. Con la posesión a su favor, generó al menos 10 remates al arco. Sin embargo, el arquero Everson no fue exigido de más. El golpe de KO llegó en el segundo tiempo. En la primera jugada, Natanael abrió el marcador con un remate preciso que significó la única llegada de peligro para el «Galo». La falta de contundencia local y la gran definición del Mineiro terminaron de sentenciar la serie.
Para colmo, las expulsiones de Walter Montoya y Guillermo Fernández en menos de dos minutos cerca del final del partido complicaron aún más las chances de remontada. En definitiva, Godoy Cruz mostró una cara ofensiva y de carácter, pero la falta de efectividad y la solidez defensiva de Mineiro terminaron inclinando la balanza.
El equipo mendocino deja la Copa con más dudas que certezas. El VAR y las expulsiones fueron protagonistas en una noche para el olvido, donde las decisiones tácticas y los cambios de último momento terminaron de definir la serie.
