El equipo colchonero sigue dando que hablar en la Champions League, porque el miércoles dio la nota al dejar por el camino a un serio candidato: Barcelona. Atlético Madrid los superó por 1-0 en el Calderón y vuelve a jugar las semifinales tras 40 años (Foto: Getty)
Noche mágica en la ciudad de Madrid porque uno de sus hijos predilectos, el equipo del pueblo, logró una clasificación histórica a semifinales de la Champions League tras 40 años de espera. Es que el Atlético venció por 1-0 a un deslucido Barcelona con gol de Koke.
Los Colchoneros sacaron réditos de su empate por la ida de cuartos de final jugada hace una semana en el Camp Nou, por lo que con una fórmula a base de garra logró vencer al equipo dirigido por Gerardo Martino y mantienen más viva que nunca la ilusión de ganar la primera Champions League de su historia.
Diego Simeone no puso en la cancha al brasileño Diego Costa ni al turco Arda Turán, mientras que Adrián López y Raúl García retornaron al primer equipo, por su lado el Barça colocó al juvenil Sub 21 Marc Bartra en lugar del lesionado Gerard Piqué.
El gol tempranero del equipo local condicionó, y cómo, al equipo visitante que tuvo que soportar la garra y el tesón de un Colchonero que era arengado por la multitud que colmó el Vicente Calderón.
Barça, por fin, zafó del asedio y se salvó de la segunda caída porque otro balón se estrelló en el horizontal, por eso, recuperaron la pelota e hicieron su juego en la medida que los madrileños les permitieron.
Los dirigidos por Martino directamente no juegan bien, apenas tienen «jogo bonito» pero falta lo esencial: la profundidad.
Neymar, Messi y Xavi Hernández no se quedaron de brazos cruzados porque generaron claras chances de gol, pero frente a ellos estaba el excelente arquero Courtois y sus recios zagueros que respondieron como leones.
Martino trataba de sorprender con la llegada de los laterales, especialmente, Dani Alves pero el anfitrión era valiente y altamente disciplinado en lo táctico; el rosarino mandó a la cancha al chileno Alexis Sánchez, pero el Cholito puso Diego Ribas para controlar.
El tiempo corría y uno podría pensar que el elenco catalán asediaría a su adversario, lleno de despecho, pero fue no tan así, porque el Atleti fue en busca del segundo y lapidario gol, creando varias situaciones que por una cosa, u otra, no se concretó.
Presa de los nervios y la desesperación Barcelona, en la parte final, se decidió a quemar las naves y puso en un arco al local, que ya tenía todo previsto y no quedándose sin energía supo resistir y ganar.
El viernes saldrá el rival del conjunto colchonero, luego que la FIFA sortee la llave semifinal.
@lostribuneros