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Terminó siendo un partidazo el jugado en Anfield por la vuelta de octavos de final de Champions League. En los 90 reglamentarios el equipo de Liverpool ganó y fueron a la prórroga, allí se puso 2-0 pero el equipo del «Cholo» Simeone, que casi no pasaba la mitad de la cancha, acabó ganando 2-3 y clasificando a cuartos.
El campeón de Europa vio como se le escapaba de las manos una clasificación que se estaba asegurando en el cuarto minuto del alargue; 1-0 había ganado en los 90 minutos reglamentarios y con ese tanto de Roberto Firmino se encaminaba, sin embargo el diablo metió la cola y todo terminó en decepción y amargura para los locales y en éxtasis para los colchoneros.
De la mano del “Cholo” Diego Simeone el Atlético se dedicó a pegarle de punta y para arriba durante todo el tiempo reglamentario. El travesaño los salvó de la derrota y un Oblak atajó como todo.
De cabeza, en el minuto 43, Georginio Wijnaldum hizo justicia en el marcador y dejaba al Liverpool arriba en el tanteador.
Los muchachos de Klopp tenían la pelota y el dominio territorial, les faltaba apenas un gol más para dejar todo liquidado y así meterse de lleno en los cuartos de final.
Atlético lo único que hacía era mirar el reloj y tirarla lejos, bien lejos. Rara vez la veían Joao Félix y Ángel Correa. En cambio, el egipcio Mohamed Salah se corría la vida acompañado de Sadio Mané y un notable Roberto Firmino.
Pero, en el fútbol gana quién mete más goles, viejo como el mate es esto. Liverpool no la metía y la oncena del “Cholo” lo aprovechaba.
Diego Costa fue reemplazado en el minuto 56 por Llorente y el ex brasileño se fue furioso del campo de juego, a tal punto, que rechazó la campera que ofrecieron para protegerlo de la lluvia y el frío de la ciudad de Liverpool.
El tiempo corría despiadadamente para los anfitriones, favorecía a los españoles que buscaban como primer objetivo ir a la prórroga.
En el segundo minuto de descuento los corazones ingleses se detuvieron por un instante. Gol del colchonero que le daba la clasificación, sin embargo, el referí de manera correcta lo anuló por fuera de juego.
Aprovechando que se venía el tiempo extra Simeone puso en la cancha antes del final al croata Vrsaljko por Trippier, renovando los aires.
El juego del Atlético es de los peores que puede verse en el fútbol europeo. Es mezquino, especulativo y oportunista, pero, quien manda es el resultado y si la fórmula del Cholo es esa y le resulta, bien por él entonces.
El juego ofensivo del conjunto inglés le valió el segundo y festejado tanto de Roberto Firmino, metiendo hasta se momento al equipo en cuartos.
Klopp había hecho solo un cambio en tiempo reglamentario poniendo a Milner por Oxlade-Chamberlain.
Se relajó un poco el conjunto inglés con el 2-0, lo que no se perdona. Atlético, que casi ni había llegado, que apenas pudo ver la cara de Adrián, tuvo una chance servida en bandeja tras un error defensivo y Llorente, que había reemplazado a Diego Costa, no perdonó, logrando el descuento.
Klopp estaba obsesionado con el gol; Liverpool cayó en el desorden, entonces, puso en la cancha en el minuto 105 a Origi y Fabinho por Wijnaldum y Henderson, guardando un cambio para más tarde.
Poco a poco se sintió más cómodo el Colchonero. Oblak, la gran figura, se portaba como los dioses y atajaba lo que se le cruzaba. Su seguridad fue tremenda, más aún cuando el Cholo decidió quitar del campo a Ángel Correa y mandar al defensor uruguayo “Josema” Giménez.
Ni bien comenzó el segundo “chico” el equipo madrileño silenció Anfield con el 2-2 anotado nuevamente por Llorente, y el mundo se le cayó encima a los locales.
Klopp mandó al japonés Minamino por Henderson, logrando mucho mayor velocidad y determinación, sin embargo, el desorden y la desesperación pudo más.
En una distracción, justo en el final, el español Álvaro Morata de manera despiadada la mandó a guardar dejando ahora las cosas 2-3 para la visita.
Finalmente el equipo del Cholo Simeone acabó triunfante con puntaje ideal, ya que ganó ida y vuelta. Además, dejó afuera al campeón que era candidato al “bi”.
@lostribuneros
