Tras el histórico triunfo de Argentina sobre Brasil este martes en el estadio Maracaná por la ruta previa al Mundial 2026 (ver aparte), ahora se viene otro choque de los gigantes y eternos rivales, pero en versión más joven. Es que la Sub 17 se verá a su par en los cuartos de final del Mundial de Indonesia, y ambos prometen otro partidazo, aunque sea en esta edad formativa.
La Selección de Diego Placente, que había empezado torcida 1-2 con Senegal, ganó su zona a juego y goles (3-1 al siempre duro Japón y 4-0 a Polonia) y en los octavos de final barrió 5 a 0 a Venezuela, con grandes tareas de sus figuras emergentes: Echeverri, el artillero Ruberto (ya suma cinco tantos), Santiago López y otros. La verdeamarilla, que tiene cuatro títulos (entre ellos el de la anterior edición en 2019) también comenzó con golpe duro 2-3 frente a Irán, pero nueve a Nueva Caledonia y éxito sobre Inglaterra le dieron la zona y luego eliminó a Ecuador 3-1, si bien con esfuerzo, pero autoridad. Rayan, Estevao y Kaua Elias destacan en la formación de los de Felipe. Así que en el estadio Internacional de la capital Yakarta está todo dado para un cuarto de final de lujo.
Argentina y Brasil han chocado mucho a este nivel por los Campeonatos Sudamericanos, como en abril de este año en Quito, cuando los norteños se impusieron 3-2 en reñida última disputa, con la albiceleste ya en la Copa. Pero la Selección tiene una gran deuda con su vecino en lo que importa: el Mundial. Jugaron dos veces y ambas fueron para Brasil, eliminando a su clásico y sin goles en contra.
La primera ocasión fue el 16 de agosto de 1995 en Guayaquil, en la semifinal en Ecuador, cuando el equipo entonces del gran José Pekerman lo llevaba bien hasta que la dudosa expulsión de César La Paglia a 15 minutos del final desequilibró el desarrollo y los brasileños marcaron el 3-0 final en ese rato para ir a la decisión con Ghana, que perderían; Argentina fue tercero sobre Omán. Y dos años más tarde, en Egipto 1997, se vieron de nuevo el 14 de septiembre en Ismailia por los cuartos de final, y los “garotos” ganaron otra vez, ahora 2-0, para dejar atrás a otro conjunto de Pekerman.
Se viene así el tercer choque por Mundiales. Las rachas están para romperse. En fútbol son once contra once. Cualquier refrán de la pelota vale para este superclásico el viernes a las nueve de la mañana, allá en Indonesia. Donde, quién sabe, los chicos de menos de 17 pueden ser tan grandes como los mayores del Maracaná.
Diego Martín Yamus.
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