La leyenda del fútbol argentino Tomás Felipe Carlovich, «El Trinche», falleció este viernes 8 de mayo producto de un golpe recibido en su cabeza al resistirse al robo de su bicicleta en su natal Rosario. Tenía 74 años.
Dos días estuvo agonizando el Trinche. Un delincuente, para robarle la bicicleta, le dio un fuerte golpe en la cabeza con un palo provocando un derrame que derivó en la muerte del mito del fútbol argentino.
El Trinche Carlovich era hijo de un plomero de origen croata. Tiene más de mito, de leyenda, que de futbolista. Pasó a la inmortalidad en 1974 cuando le dio una verdadera paliza a la selección mundialista argentina, que se preparaba para Alemania Federal ’74. En esa ocasión, representaba a un seleccionado de la ciudad de Rosario compuesta por cinco futbolistas de Rosario Central, cinco de Newell’s Old Boys y apenas él en nombre de Central Córdoba. La historia fue graficada, por lo tanto es real, y cuenta que el Trinche solo destrozó a la defensa albiceleste; 3-0 en el primer tiempo, y debió ser sacado del campo para que ese amistoso no termine en masacre.
Su vida como futbolista fue todo un misterio. Quienes lo vieron jugar contaban que era tan crack como displicente. Que era tan inteligente y habilidoso como lento. Nunca paraba en un club. Vivía lesionado y jugaba algún partido que otro, sin embargo, cuando andaba enchufado era capaz de pintarle la cara a cualquier defensor.
Pasó por Colón, donde jugó apenas tres partidos; en el «Charrúa» (Central Córdoba) pasó en cuatro ocasiones. Anotó 28 goles en 236 partidos y obtuvo un título en el ascenso.
Lo más importante, luego del memorable partido ante el seleccionado de Argentina, fue haber jugado en 1969 contra el poderoso Peñarol, en el Estadio Centenario de Montevideo, un partido de corte amistoso defendiendo a Rosario Central, donde duró apenas un encuentro oficial ante Los Andes.
La leyenda terminó sus días de la peor forma porque fue víctima de un malviviente que por una bicicleta le quitó la vida.
@lostribuneros