La violencia crece tan rápido como la pasión por el fútbol en el tercer mundo, pero parece que la FIFA está muy preocupada con el Fair Play, y que los violentos volantes o los rudimentarios zagueros centrales de los equipos de «relleno», no les vayan a arruinar el lucrativo espectáculo ¿pero que hay con el Juego Limpio en las graderías?.
Mozambique nos dio una lección a principios de este mes de noviembre, cuando la policía entró a reprimir por la «Mozambola» (Moçambola) y tiró con balas de plomo a las repletas graderías, asesinando a un pibe de 12 años.
La hinchada de Águias de Angónia provocó a sus pares de Textáfrica, por la segunda división, cuando una enorme trifulca fue «detenida» por una feroz policía que no tuvo la mejor idea que disparar con balas de plomo a la multitud, asesinando a este chico que cursaba 4º grado de primaria. Además, hubo decenas de heridos.
La pasión crece en países «desconocidos» para muchos, y casi inexistentes en el contexto del fútbol, pero también crece a la par la violencia.
Dos equipos amateur llenaron un estadio de vote a vote, la gente en África y en Tahilandia acompaña en masa, pero como éstos, hasta ahora, no le generan lucro a la FIFA, los dirigentes siguen mirando para Europa, Estados Unidos y un poco para Brasil y México.
La FIFA cuando quiere sabe poner orden ¿no lo hace porque son «negritos»?.
Daniela Maruti
@lostribuneros