Al no haber jornada por el fútbol de ascenso los conjuntos de Argentino de Merlo y Claypole se vieron las caras en el estadio de Deportivo Español, nada menos, donde midieron fuerzas de cara a una Primera C que lleva arriba de 450 días esperando una resolución de la AFA que jamás llega.
Mientras tanto los equipos de Primera C se ponen a prueba generalmente con clubes de categorías superiores, en muchos casos, y con conjuntos de barrio en la mayoría, sin embargo, en esta ocasión dos de la misma categoría aprovecharon para probarse.
El hecho es que Argentino de Merlo, equipo que acabó tercero en la tabla general del trunco torneo de la «C» y que en la improvisada definición llegó a bregar las semifinales con Vélez Sarsfield (segundo en la tabla general detrás de Tigre) donde no lograron ascender, se está preparando con mucha firmeza para sacarse la espina esta temporada.
En la cancha de Español las «Académicas» despacharon a un Claypole gerenciado y que se apunta para dar batalla, por un 2-0 que deja los ánimos por el aire.
Sin sus principales figuras Aldana Vargas y Julieta «Chucky» Solís en el fondo, tampoco estuvo en el medio Tamara Silcan, y con Rocío Oliva en el frente como guía, salieron airosas del territorio gallego.
Mónica Ortigoza, fría, calculadora e implaclable y la volante central Celeste Ríos, fueron las encargadas de llenar de júbilo a la dupla González-Rubio.
La juvenil promesa del femenino argentino Dilary Acosta, de 14 años, tomó la responsabilidad de jugar en el fondo del conjunto de Merlo, mientras que la otra promesa Iara Roldán formó parte del ataque.
Las fieras se verán en el campo cuando el fútbol formal esté en juego. Mientras tanto, Argentino es uno de los grandes atractivos.
@lostribuneros