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El seleccionado albiceleste y la celeste se verán las caras por el Grupo B de la Copa América de Chile. Este partido es considerado el clásico más viejo del continente y el segundo más añejo del mundo.
Siempre decimos en Tribunero que el fútbol nació en Inglaterra pero que fue inventado en el Río de la Plata. Argentinos y uruguayos, gracias a los puertos de Buenos Aires y Montevideo, han comenzado a patear la «vejiga» por 1880 y los primeros duelos entre sí comenzaron a gestarse a fines de ese siglo XIX.
Nacieron dos River Plate casi al mismo tiempo, luego vino un Racing aquí en Argentina y, más tarde, otro en el país vecino. La compañía ferroviaria, propiedad de los ingleses, fundaba en 1889 a Rosario Central en esta margen del plata, mientras que casi dos años después, en la capital oriental, nacía el viejo Ferrocarril Central Uruguay de Cricket o Central Uruguay Railway Cricket Club, o mejor, Peñarol. Luego, unos universitarios criollos, locos por el fútbol, deciden fusionarse y, también en Uruguay, crean a Nacional. Boca y River vinieron después, pero antes, ya se venían jugando los clásicos entre «porteños» y «yoruguas».
El clásico entre Brasil y Argentina, es más bien un producto de la mercadotecnia; la canarinha comienza a tener peso en el mercado del fútbol mundial luego de la Copa del Mundo de 1958, cuando de la mano de Pelé logran llevarse dos torneos seguidos, mientras que Argentina seguía soñando.
Uruguayos y argentinos protagonizaban la primera final de la historia de los mundiales, mientras que los brasileños recién en 1934 dejan a los primeros negros y mestizos practicar el fútbol, hasta que promediando los años cuarenta, el balompié se vuelve deporte de interés popular, mientras que el Río de la Plata les llevaba 50 años de ventaja.
Este martes jugarán el viejo clásico en La Serena por la jornada dos del Grupo B. Es un partido aparte, sin pronóstico.
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