La intendente de la ciudad de Bucarest, Gabriela Firea, ha apelado al moderno y funcional estadio «Arena Bucarest» para realizar pruebas de sangre para detectar el virus de Covid-19 entre los habitantes de la capital de Rumania.
Respetando el distanciamiento social de 18 butacas de distancia, estudiantes de medicina extraen de la yema de un dedo de la mano muestras de sangre para estudiarla en un laboratorio.
Gabriela Firea dijo a Antena 3 de Bucarest que a partir del lunes 25 de mayo comenzará el «proyecto de prueba de anticuerpos, esa gota se sangre de la yema del dedo» que luego será entregada a los investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
10.500 personas de diversas edades y niveles económicos pasarán por los gabinetes apostados en un costado del campo de juego, respetando el distanciamiento social.
Al tratarse de un estadio con los estándares FIFA, se evitará así la aglomeración y no habrán filas, sino que los ciudadanos se distribuirán de una manera que evitarán contacto.
Los estudiantes de medicina la Facultad de Medicina y Farmacia «Carol Davila» tomarán todos los recaudos de seguridad para evitar la propagación del virus que afecta al mundo entero.
«El espacio es generoso. Podemos aplicar la idea, ya he hablado con la alcaldesa», dijo la decana de la facultad Dra. Viroel Jinga.
La Arena de Bucarest fue inaugurada en 2011 en el partido clasificatorio para la Eurocopa 2012 entre la local Rumania y Francia, donde acabaron sin goles. Alberga 55 mil aficionados cómodamente sentados y es el estadio más grande de esa nación. Suele ser utilizada para simulacros de terremotos, conciertos, actos políticos y festejos.
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