Un grupo de manifestantes «Anti-Mundial 2014» invadió el lugar donde se exhibe la Copa del Mundial 2014, en el noreste de Brasil. La policía la quitó inmediatamente del lugar.
La ciudad de Belém, capital del estado nordestino de Pará, exponía al trofeo del Mundial, donde todo corría en paz. 12 mil personas ya habían tenido el placer de ver a la Copa del Mundo, hasta que un grupo de manifestantes irrumpió en el lugar.
Por seguridad la policía retiró el trofeo, y mucha gente se quedó sin poder verlo. La ira de los manifestantes se agravó cuando el municipio de la ciudad de Belém decidió aumentar el pasaje de colectivo. Piedras, palos y otros objetos fueron arrojados en dirección al predio histórico, donde ocurría la exhibición.
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