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El equipo alemán dejó una muy buena impresión en la localidad de Santo André, ubicada a 30 kilómetros de Porto Seguro, estado de Bahía, al haber tenido una muy buena relación con sus vecinos, en esto casi 40 días, y dejar un buen recuerdo (Foto: Reuters)
Los alemanes rompieron con los estereotipos de fríos y despectivos, al mostrarse alegres y joviales con la población de esa zona, y además, entablaron muy buenas relaciones con la población aborigen de la tribu Pataxó.
Al retirarse, la federación alemana donó 10 mil euros para que la gente de la zona tenga una ambulancia y equipó a la modesta escuela con el material necesario para que los chicos estudien en doble horario, y allí puedan comer, haciéndose cargo ellos hasta el próximo mundial de 2018.
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