Al Nasr de Emiratos Árabes Unidos logró una agónica clasificación en casa, luego que el árbitro sancione un polémico penal a los 89’. Los emiratís clasificaron a la zona de grupos, tras vencer al Lokomotiv de Uzbekistan por 3-2. Los arqueros tuvieron una noche para el olvido, gracias a groseros errores.
Un partido de alto voltaje nos regalaron los equipos de Al Nasr, dueño de casa, y el Lokomotiv uzbeko, en un partido donde se jugaba a todo o nada, ya que no existe la revancha.
La fortuna estuvo a favor del equipo de Emiratos Árabes, ya que jugó de local y, gracias a una “manito” del referí, pudieron evitar la fastidiosa ronda de los penales.
Los locales comenzaron el partido dueños y señores de la cancha, donde tuvieron un muy buen primer tiempo, dedicado a bombardear al adversario por los tres frentes, en especial el lateral derecho.
Al Nasr era mucho mejor y aprovechaba la ingenuidad de una defensa uzbeka que a veces se comportaba displicente en la parte central.
El japonés Morimoto entró a toda velocidad desde el centro del área, burlo a los gigantes zagueros del Lokomotiv y cuando el veterano arquero Bugalo salió tardíamente a cerrarle el ángulo, el atacante nipón la clavó a un ángulo, dándole la victoria parcial a su equipo Al Nasr a los 30’.
Luego del gol, el elenco azul se sintió cómodo y le fue cediendo terreno a un Lokomotiv que fue en busca del empate pero sin inquietar demasiado el arco de Ahmed Shambieh. De contra, el equipo local le llegaba y ponía en problemas al fondo adversario.
La segunda etapa arrancó con un momento para cada bando, al principio el local Al Nasr generó varias chances de gol, para así, lapidar a un rival que se traía las suyas en el ataque.
1-0 seguía arriba el equipo local y dominaba sin problemas, hasta que a los 31’ Karpenko puso el empate.
Al Nasr, tuvo su momento de debilidad y pareció haber sentido el gol rival, retrocedió sus líneas y dejó que los atacantes blancos jueguen frente a su área. Apenas 5’ después del empate, una falta frente al vértice del área y una verdadera tontería del arquero Ahmed Shambieh, quien dejó picar un balón casi sin dirección frente a sí, la pelota se le coló entre las manos y protagonizó un gol que le valió el ridículo y la victoria parcial para los uzbekos.
Faltaba muy poco y el partido estaba al rojo vivo, la pasaban mal los hinchas de Al Nasr, quienes se querían comer a su arquero por el infantil error y la supuesta eliminación de la Asia Champions, aunque todavía faltaban 14’ para el final.
Dos minutos después de la “fatalidad” o “blooper” del arquero local, su colega, el veterano Pavel Bugalo le “regaló” el gol del empate al equipo de Al Nasr, luego que un jugador, recién ingresado, Habib Fardan le cabecee en el área chica. Bugalo, en lugar de salir con los brazos en alto a cortar, los bajó y el diminuto jugador, lleno de picardía, peinó el balón y éste se coló en el arco: 2-2.
Tras el empate, los uzbekos, se dieron cuenta que el rival estaba cansado y daba ventajas en el fondo, por eso, se fueron como puñales en busca del gol que les dé la clasificación.
Faltaba apenas un minuto para el cierre del partido y el brasileño Bruno Correa, de contra, entró al área grande uzbeka, fue sacado con el hombro pero el referí japonés Masaaki Iemoto sancionó penal. Los defensores del Lokomotiv reclamaron airadamente pero el colegiado japonés no quiso saber nada: penal.
El remate estuvo a cargo de su compatriota Leo Lima, quien con mucha habilidad y casi “canchereando” puso el 3-2 a los 89’.
Lo insólito de la cuestión, fue ver a los entrenadores preparando la lista de quienes se iban a encargar de patear los penales, hasta que el impensado gol de penal llegó.
Al Nasr de Emiratos Árabes jugará en el Grupo C frente al Sepahan de Irán, Al Garafa de Qatar y Al Ahli de Arabia Saudita.
El italiano Walter Zenga, legenadario arquero del Inter de Milán, es el entrenador del equipo Al Nasr.
@lostribuneros