Perder está dentro de las posibilidades lógicas del fútbol, pero que seas técnico de un club grande y poderoso y que pases vergüenza ante un club de barrio y que, de yapa, se llame «Afogados» (Ahogados en español): No tiene precio.
El hecho es que este club que milita en la quinta división del fútbol brasileño y que recién en 2020 jugará, por primera vez, en la Serie D de Brasil, humilló al poderoso «Gallo» por Copa de Brasil y lo dejó afuera.
Afogados de la ciudad del interior de Pernambuco llamada Ingazeira, que tiene apenas 35 mil habitantes, le sacó un 2-2 en su feudo que alberga apenas 7 mil aficionados, y desde el punto penal salió triufante.
Este resultado, sumado a otros por el estadual, colmó la medida y la vida como entrenador del venezolano Rafael Dudamel, se terminó en Belo Horizonte tras apenas dos meses en el cargo, y sin siquiera haber podido aprender a hablar en portugués.
@lostribuneros