A pesar de su constante progreso de las últimas décadas, África aún no ha podido poner uno de sus cinco representantes entre los cuatro mejores de una Copa del Mundo. Incluso la última edición, Rusia 2018, vio caer a los cinco de entonces en la primera ronda.
Los que más cerca anduvieron estarán en Qatar 2022: Camerún (0-1 y 2-1 a Argelia, pasó por más goles de visita), Senegal (1-0, 0-1 y 3-1 por penales a Egipto) y Ghana, que también se benefició de la regla del gol afuera ante Nigeria con su 1-1 en Abuja. Los tres fueron eliminados en cuartos de final, terminando séptimos en la tabla acumulada:
Los cameruneses de N’Kono, Roger Milla y Omam Biyik vencieron a la Argentina de Bilardo y Maradona en Italia 1990 y cayeron con la Inglaterra de Gary Lineker en alargue 3 a 2, tras ir 2 a 1 faltando 25 minutos. En 2002 en Corea del Sur y Japón, el efectivo Senegal de Diouf y los Diop batió al campeón Francia, forjó tremendo 3-3 con Uruguay luego de 3-0 y fue batido por Turquía, tercero, en cuartos. Y qué decir de Ghana: nuestros lectores uruguayos bien recuerdan el penal errado por Asamoah Gyan que les hubiera dado el 2-1 y la primera semifinal para el continente, pero Gyan erró y los orientales se valieron de las atajadas de Muslera y el exótico remate de Abreu para dejarlos afuera.
Ahora, tres de raza negra, el campeón Senegal, Ghana y Camerún, y dos del Norte, Túnez y Marruecos, serán cinco conjuntos de peso y respeto para cualquiera que se los cruce. Allí estarán, si es que no hay ningún imponderable de por medio, gente de la talla de Sadio Mané, Idrissa Gueye y Kalidou Koulibaly (Senegal), Thomas Partey y los hermanos André y Jordan Ayew (Ghana), Vincent Aboubakar, Karl Toko Ekambi o Eric Choupo Moting (Camerún), Ali Maaloul, Wabi Khazri o Youssef Msakni (Túnez) y Achraf Hakimmi, Youssef En-Nesyri, Munir El Haddadi o El Kaabi (Marruecos). Sería bueno que ratifiquen junto a sus compañeros que Africa está para algo más que los bombos 3 y 4 del sorteo del Mundial.
Diego Martín Yamus
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