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Durante un partido reciente entre Flamengo y sus feroces rivales Fluminense el 3 de abril, los hinchas de Flamengo expresaron su protesta contra la dictadura militar que gobernó Brasil en 1964. Los hinchas desplegaron una pancarta en el estadio de Maracaná, declarando audazmente, «Muerte a los torturadores de ’64”, marcando otro aniversario del golpe militar en el país.
Ahora, en pleno Brasileirao, la afición del Flamengo exige el levantamiento de las sanciones impuestas a dos hinchas encargados de realizar la protesta. La pancarta decía: «Los del 64 siguen ahí», refiriéndose a que los involucrados en el régimen opresor continúan disfrutando de su libertad, mientras que los que protestaron enfrentan la censura.
La poderosa declaración hecha por los fanáticos de Flamengo sirve como un recordatorio del tumultuoso pasado de Brasil y la lucha constante por la justicia y la rendición de cuentas. El pedido de que se levante la suspensión hace eco del deseo de los fanáticos de que se escuchen sus voces y se respete su derecho a protestar.
El incidente destaca la intersección de los deportes y la política, demostrando cómo los partidos de fútbol pueden convertirse en una plataforma para comentarios sociales y políticos. Los apasionados hinchas de Flamengo están utilizando su voz colectiva para arrojar luz sobre la necesidad de la memoria, la justicia y la lucha contra la impunidad.
A medida que se desarrolla el debate, queda por ver cómo responderán las autoridades a las demandas de los simpatizantes de Flamengo y si se atenderá su pedido de que se levanten las suspensiones. Mientras tanto, la protesta sirve como un recordatorio conmovedor del impacto duradero de los eventos históricos y el papel del deporte en la defensa del cambio social.
