El fútbol argentino sigue a la deriva y sin timón. Ahora los directivos principales admiten que no hay acuerdo y que nada está dentro de los parámetros de la normalidad. Peligra la reanudación del campeonato.
Por Télam
Durante el transcurso de este miércoles la primera división tuvo un protagonismo presencial, pero el ascenso mantuvo el suyo desde las sombras, ya que su principal referente, Claudio Tapia, participó de la reunión que la comisión de primera mantuvo con la cadena televisiva ESPN, pero después decidió postergar para mañana la que las divisionales que él encabeza iban a mantener a última hora de la tarde en la sede de AFA.
En cambio la primera división sí desarrolló el encuentro que tenía programado para las 18.30 en la sede de Viamonte 1.366, en la que se analizaron los resultados de la reunión que la comisión había mantenido a las 11 en el hotel Alvear Palace con representantes de la cadena estadounidense ESPN, y que por lo bajo algunos de los que participaron de ella habían calificado de «positiva».
Pero en este encuentro vespertino existió ya una muestra más, por si hacía falta, de lo lejos que le queda el futuro a la AFA, porque al mismo faltaron los representantes de Boca Juniors, Racing Club, Independiente y Huracán, cuatro de los integrantes de esta comisión de siete componentes que tiene, en la otra vereda, a San Lorenzo, River Plate y Lanús.
El primero en retirarse de la reunión en AFA fue el titular de Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, y detrás suyo el vicepresidente sanlorencista, Marcelo Tinelli, quien se mostró molesto porque no se satisficieron algunas de sus pretensiones.
En la reunión fue el titular riverplatense, Rodolfo D’onofrio, quien llevó la voz cantante, ya que luego de repudiar las ausencias de los cuatro clubes faltantes, impulsó la propuesta de rescindir el contrato de Fútbol para Todos y firmar uno nuevo con una empresa privada en lo inmediato, algo a lo que mañana se opondrá el plenario del ascenso.
«Es obvio que el fútbol no puede empezar si no aparece el dinero. Nosotros le pedimos al Comité de Regularización que mañana mismo llame a Asamblea para que en ella sea tratada la rescisión del contrato de televisión con el gobierno y se defina el nuevo compromiso con la elección de la mejor propuesta (entre Turner-FOX y ESPN) a sobre cerrado», explicó Russo al término de la reunión, mientras sus colegas dirigentes se retiraban sin articular palabra.
«Por eso ahora hay que cumplir con el cronograma de FIFA según el cual el 14 de marzo se debe aprobar el nuevo estatuto y llamar a elecciones en AFA para el 28 de abril. Si los clubes del fútbol argentino no nos podemos poner de acuerdo para llamar a una Asamblea y rescindir el contrato de televisión, ese es un síntoma claro de lo mal que estamos», puntualizó el titular de Lanús.
Y el que abonó a esta impresión de Russo fue el presidente del Comité de Regularización, Armando Pérez, quien primero se quejó porque, según él, los dirigentes de la comisión de primera «se olvidaron» de invitarlo a la reunión matutina con ESPN (su vice, Javier Medín, sí estuvo presente en la vespertina en AFA).
Pero no se quedó con eso Pérez, sino que fue más allá al reconocer que la «FIFA se equivocó al nombrar a este Comité de Regularización, porque no puede tomar ninguna decisión si no es aprobada por la Asamblea. Por eso la autoridad que teníamos al principio se fue desdibujando con el paso del tiempo y ahora estamos como estamos».
Y como «está» la situación en AFA es justamente lo que se desprende de lo expuesto, porque si el que calla otorga, el silencio de casi todos los concurrentes a las dos reuniones de hoy, con excepción de Russo, cuyas declaraciones desalentadoras pusieron de manifiesto que la inmovilidad dirigencial ya no significa quedarse en el mismo lugar sino directamente retroceder, hace que el fútbol argentino no exista como tal, porque la competencia local no existe y se ignora cuando y como volverá.
El estatuto actual, al que el ascenso («Chiqui» Tapia) se aferra porque lo posiciona con mayoría de representantes en la Asamblea que todo lo decide, y el nuevo, al que pretende subirse la primera división (con Tinelli y D’onofrio a la cabeza) porque entonces la primacía en cuanto al número de integrantes le corresponderá, constituyen la clave para desatar este nudo cada vez más apretado que impide alcanzar cualquier solución para el fútbol argentino. Mientras tanto el titular boquense, Daniel Angelici, intenta hacer equilibrio con un pie en cada lado, desnudando su intención de quedarse con todo. Aunque hoy por hoy, «todo» es «nada».
@lostribuneros