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PARÍS, FRANCIA— Las historias de éxito de los futbolistas Lucas y Theo Hernández, campeones del mundo y de Europa, esconden un profundo dolor familiar: el abandono de su padre, Jean-François Hernández, hace más de una década. A pesar de los años y de la fama, ambos hermanos han expresado públicamente la herida que dejó su partida.
Un vacío que el tiempo no cura
En diversas entrevistas, los hermanos han sido categóricos al hablar de su padre. «Nunca entendí y nunca entenderé cómo mi padre se fue de la noche a la mañana», declaró Lucas Hernández en una entrevista con Le Parisien. El defensa fue tajante al afirmar que, aunque biológicamente sea su padre, nunca lo considerará como tal por lo «irreparable» de su acción.
Por su parte, Theo Hernández compartió un sentimiento similar. «Un día se fue y nunca más volvimos a saber de él», dijo. Ambos coinciden en que la ausencia de su padre marcó su infancia, pero resaltan el papel fundamental de su madre, Laurence Py, a quien le deben todo su éxito. Ella fue quien los sacó adelante con amor y dedicación.
La otra versión de la historia
En 2022, una investigación del diario francés L’Équipe dio a conocer una versión distinta de los hechos. El reportaje reveló que Jean-François Hernández, quien vive en Tailandia, habría intentado restablecer contacto con sus hijos, pero sus esfuerzos fueron bloqueados legalmente por su expareja, Laurence Py.
A pesar de esta información, la postura de Lucas y Theo se mantiene inalterable. Para ellos, el verdadero valor de la paternidad no se limita a un vínculo biológico, sino al compromiso y el amor incondicional que su madre les brindó. La historia de los Hernández es un recordatorio de que, incluso en el mundo del deporte de élite, las batallas más importantes se libran fuera de la cancha.
