Uruguay está sufriendo uno de los peores reveses administrativos de la historia de los mundiales, al tener a su jugador estrella Luis Alberto Suárez suspendido de la manera más cruel, ya que no solo 9 partidos deberá pagar, sino que tampoco podrá acompañar al equipo para darle ánimo.
Esta medida, zarpada, fuera de lo común, mediática, porque el referí no lo vio, sino que fue la TV Globo, la dueña del Mundial la que captó, divulgó e hizo un negocio redondo.
El maestro Tabárez está acostumbrado a lidiar contra al adversidad, y si sos muy joven, deberías saber que el Peñarol de 1987, formado por un equipo que promediaba los 22 años, tuvo que luchar contra miles de obstáculos, y peor aún, contra la propia prensa uruguaya que le tiraba en contra al «no tenerle fe».
Pese a todo, y con los enemigos en casa, Tabárez logró levantar la autoestima y generar una voracidad tremenda en sus jugadores. Esa hambre de gloria, los llevó a ganar una Libertadores que «estaba perdida» ante el América de Cali, que estuvo a 119′:58″ de su primer título, pero llegó el GOL de Aguirre.
Acá no importa si sos manya, bolso, o como yo de El Tanque Sisley, aca lo que importa es que los uruguayos nunca se entregan.
En los 12 años que viví en Uruguay, con escuela primaria y escuela técnica incluida, juegué al «fútbol en el barrio con los botijas» , dónde aprendí muchas cosas positivas, y una de ellas fue «agrandarme en las más bravas».
Vos que sos hincha, no te desmoralices porque tengas a la FIFA en contra, oí a Tabárez cuándo este dice «tenemos más jugadores». La prensa internacional busca desmoralizar a Uruguay, porque le tienen pavor, tienen terror que clasifique.
Vean que el triunfo de Uruguay en el Grupo D fue épico, porque los Celestes no tenían margen de error; debían ganar los dos partidos, ante las superpoderosas Inglaterra e Italia, y ¡lo logró!.
La prensa brasileña, con la Globo como abanderada, en lugar de ponderar el triunfo con sabor a hazaña, se limitó a darle «pedal» al mordiscón de Suárez, y directamente, borró de la escena a Uruguay.
¡No hay mal que por bien no venga! porque esto le quita presión al plantel, que podrá hacer de las suyas, mientras que un grupo de «mafiosos» hacen sus negocios.
Te dedico esta canción y ahora ¡A ALENTAR MÁS QUE NUNCA! ¡¡VAMOS URUGUAY!!
Marcelinho
@lostribuneros