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Los cerveceros están a pasitos de brindar con una Quilmes, tras vencer a domicilio a Arsenal por 2-1 y quedar prácticamente a salvo del descenso. El equipo quilmeño festeja en esta jornada 17 ya que se alejó de la zona caliente (Foto: Télam)
Este tipo de partidos es ganado por quien marca más goles y no por quien tiene el “jogo mais bonito”, por eso, Quilmes a los ponchazos se llevó una festejada victoria del Viaducto ante un bravo e irregular Arsenal.
Quilmes fue práctico y eficaz; chance que tuvo chance que aprovechó el elenco hoy vestido de azul.
Los anfitriones arrancaron bien, presionaban frente a la ciudadela cervecera en busca de la apertura del marcador, mientras que Quilmes trataba de salir de contra pero no lo hacía bien; un zapatazo Jorge Ortiz ponía arriba al Arse en el sexto minuto de juego, complicando así a un cervecero que se volvía a complicar en la zona del descenso.
Arsenal pretendía aumentar cifras y, prácticamente, lapidar a su rival, pero a los 34’ el uruguayo Martín Cauteruccio se encargó de bajarle la algarabía a los hinchas locales, tras poner las cosas igualadas a uno.
Era el local el que iba al frente, metía como caballo, dijera un viejo relator uruguayo, inclusive con dos menos seguían haciendo hincapié en el ataque.
Una jugada aislada, muy bien aprovechada por Damián Leyes puso 2-1 las cosas, torciendo la suerte a favor del equipo de Quilmes.
Independiente y Argentinos tienen las barbas en remojo, luego de la victoria cervecera, a la que se le suma, el triunfo del equipo de San Martín de San Juan, quien sueña con una hazaña.
@lostribuneros
