La euforia por ver jugar a su equipo por primera vez en la primera división del fútbol angoleño llevó a que el estadio «4 de Janeiro» de la ciudad de Uigé, se convierta en un cementerio. Una avalancha llevó a la muerte a 12 adultos y cinco menores.
Las autoridades angoleñas investigan el origen de una avalancha sucedida en una de las entradas del estadio en la previa al encuentre entre el local Santa Rita, recién ascendido y el Recreativo Libolo, uno de los nuevos grandes del fútbol de aquel país.
El encuentro era válido por la primera fecha de la «Girabola», que, curiosamente se llevó a cabo y terminó con el triunfo por la mínima de visitante.
Esta desgracia sucedió el día sábado en el noreste de Angola. La agencia AFP indica que de acuerdo al porta voz de la policía, Orlando Bernardo, hay 17 muertos y 56 heridos de varia índole, mientras que cinco de los fallecidos eran niños.
«Durante el juego, cuando los equipos estaban en la cancha, los hinchas intentaron ingresar al estadio para mirar el partido. Un portón cedió con la presión y 17 personas fallecieron en el tumulto», indicó un comunicado emitido por el visitante Recreativo Libolo.
De acuerdo al técnico del Santa Rita, Sergio Traguil «nadie dentro del estadio supo que estaba pasando allá afuera», manifestó al diario portugués «Diário de Noticias». Las imágenes transmitidas por la televisión angoleña confirmarían las apreciaciones de Traguil, ya que el estadio no tiene tribunas, sino que la gente paga su entrada y observa el partido detrás del alambrado apiñada, sin ninguna medida de seguridad, agregan medios del país africano.
Pese a esto, las autoridades decidieron que todo quede como estaba y que el encuentro se lleve a cabo de la misma manera.
Pedro Nzolonzi, presidente del Santa Rita, responsabilizó a la policía por la tragedia: «Muchos no querían pagar y aquellos que no tenían entrada no lograron ingresar. Allí comenzó la debacle. Es muy triste esto. Todo es culpa de la policía. Hubiera sido fácil ampliar la faja de seguridad. Una negligencia grave», indicó a la agencia portuguesa Lusa.
No es la primera vez que esto sucede en África, vale remarcar que en Abdiján, Costa de Marfil en 2009, 19 personas fallecieron durante una avalancha en el juego eliminatorio para el Mundial Sudáfrica 2010, cuando los Elefantes recibían a Malawi.
En 2001, 127 hinchas murieron en Accra, capital de Ghana. En mayo de 1964, 320 hinchas dejaron de existir, y más de 1.000 sufrieron lesiones de todo tipo, tras una avalancha en el Estadio Nacional de Lima, durante el juego entre Perú y Argentina.
En la década del 80, Europa no se escapó de la tragedia; Gran Bretaña fue el gran protagonista con la tragedia de Hillsborough, donde 96 simpatizantes perdieron la vida, y cuatro años antes, cuando en 1985 56 personas murieron en tras un incendio en estadio Valley Parade. Ese mismo año, pero en otra parte del viejo continente, pero con un equipo británico en la cancha, ocurrió la «Tragedia de Heysel», durante la final de la Copa de Europa (Champions League), 39 hinchas de Juventus murieron y 450 terminaron heridas, víctimas de una avalancha realizada por los hooligans ingleses.
Fuente: Globo.com/AFP/Diário Noticias
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