El exfutbolista estrella del Barcelona, Dani Alves, ha sido condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por un delito de agresión sexual cometido contra una joven en la discoteca Sutton de Barcelona durante la madrugada del 31 de diciembre de 2022.
La sentencia, dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, establece que la víctima no consintió las relaciones y que existen pruebas contundentes que respaldan su testimonio. El tribunal ha considerado probado que Alves agredió violentamente a la denunciante, impidiendo su movilidad y llevando a cabo la penetración vaginal a pesar de sus negativas y deseos de marcharse del lugar.
Además de la pena de prisión, Alves deberá cumplir cinco años de libertad vigilada tras su salida de la cárcel, pagar una indemnización de 150.000 euros a la víctima por el daño moral y las lesiones sufridas, así como una multa de 9.000 euros por un delito leve de lesiones. También se le ha prohibido comunicarse con la denunciante y acercarse a ella a menos de 1.000 metros.
El tribunal subrayó que no es necesario que existan lesiones físicas para considerar una agresión sexual, y destacó la persistencia y coherencia en el testimonio de la denunciante, respaldado por pruebas periféricas como lesiones en su rodilla, estado de ansiedad y secuelas.
Este caso ha generado una gran atención mediática y ha puesto de relieve la importancia de abordar y condenar la violencia sexual en todas sus formas.