Se viene el clásico rosarino y la gente de Newell’s Old Boys hizo una fiesta en su escenario del Parque de la Independencia. Una multitud se dio a la cita. Recordaron el pasaje de Central por la B Nacional.
Esta vez no hubo tiros, ni amenazas a los jugadores y familiares. La hinchada de «Ñuls» optó por hacer un banderazo en el «Coloso» y de darle una inyección de ánimo a sus jugadores, además, chicanearon al rival de toda la vida por haber estado en la «B».
Los rojinegros no vencen a su eterno rival desde 2008, pese a ello, esta vez, la gente cambió la actitud e hizo una fiesta.
30 mil aficionados ovacionaron a los futbolistas que, pasadas las 20 horas, se dieron a la cita. La multitud le pidió al técnico Lucas Bernardi que ponga al «Pomelo», en referencia a Diego Mateo, ídolo de la hinchada que no es tenido en cuenta por el técnico.
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