Los Leones Indomables llegaron muy alto en el Mundial de Italia 1990 siendo la sensación del torneo. Perdieron en cuartos de final un partido no apto para cardíacos con Inglaterra y se convirtieron en la mejor Camerún de todos los tiempos. En ese entonces el presidente de la nación africana era Paul Biya, hombre que les había prometido a los futbolistas una casa para cada uno, 30 años después sigue como presidente, los jugadores le hicieron recordar la promesa incumplida y finalmente cumplió.
El goleador y estrella del equipo Roger Milla en esa épica era el más viejo de la delegación con 38 años, fue uno de los que le refrescó a Biya su «olvidón» que duró 30 años.
Desde 1982 en el poder Biya culpó a su equipo de gobierno de aquella época por no cumplir con lo prometido con él, sin embargo, pagó y el arquero de aquella época Joseph Antoine Bell bajó las revoluciones a la polémica generada.
«Una orden que se dio a personas bien identificadas hace 30 años, no la cumplieron, tuvimos que lograr acercarnos al Presidente de la República para que repita lo que dijo», remarcó Bell.
«Estamos muy contentos y cómo la alegría está siempre en el presente.¿Por qué este regalo no se materializó en ese momento?Hay que preguntarles a quienes ocuparon los cargos», cerró el legendario cuidapalos que hoy tiene 65 años.
@lostribuneros