En este 2025, en pleno siglo XXI y tercer milenio, el Mundial de Clubes de la FIFA alcanzó su punto máximo de popularidad al pasar de jugarse con seis o siete equipos a la comercial cifra de 32, algunos reales campeones continentales y otros, como Boca y River, entrados por un discutible ranking. El Mundial, sabemos, reemplaza a la recordadísima Copa Intercontinental. Quién se va a acordar, habiendo pasado un cuarto de milenio, que nació tímidamente en aquel verano de 2000 en Brasil.
Así como la Intercontinental fue creada por la intensidad que mostraban las competiciones de cada región, en 1999 la FIFA decidió cambiarla por un minitorneo denominado entonces Campeonato Mundial de Clubes. Entre el 5 y el 14 de enero de ese 2000, en Sao Paulo y Río de Janeiro, participaron ocho conjuntos formados por los seis campeones zonales y dos invitados, el Corinthians (el mejor del Brasileirao entonces) y el Real Madrid, vigente monarca intercontinental en 1998. El estadio Morumbí de Sao Paulo y el majestuoso Maracaná de Río vieron dos grupos de cuatro, cuyo ganador pasaba a la final y el segundo a por el tercer lugar. Ese 14, primero fue el choque por el bronce y el Necaxa de México sorprendió al Real al igualar 1-1 y ganar el desempate por tiros desde el punto penal 4 a 3. Y rato después, Corinthians y el otro local, Vasco da Gama (rey de América en 1998) se batieron en parejo duelo, con supernombres como Dida, el colombiano Rincón, Marcelinho Carioca, Luizao y Edilson por el “timao” y Mauro Galvao, Juninho, Romario y Edmundo por el Vasco. Tanta jerarquía no los dejó quebrarse y al final de 120 minutos definieron por penales. En una serie algo errática, Dida le atajó a Gilberto y Carioca iba a definir pero fue negado por el arquero Helton. Sin embargo, Edmundo tuvo la chance de empatar y seguir y desvió su tiro, fijando el 4-3 para los de Oswaldo de Oliveira y el primer verdadero campeón del mundo.
Visto el éxito del evento, la FIFA decidó realizarlo todos los años a partir de 2001, y ya estaba listo el programa con el Boca de Bianchi como presencia estelar. Pero la quiebra de la empresa ISL y el desacuerdo con Toyota, auspiciante de la Intercontinental, llevaron a la entidad a cancelarlo. Se quiso hacer en 2003 pero tampoco se logró. Finalmente, la Federación estableció que la Intercontinental se haría por última vez en 2004 y a partir de 2005 el Mundial volvería con seis equipos, los ganadores de sus confederaciones; así fue que en 2005 Sao Paulo batió al Liverpool 1 a 0. Después se agregaría el representante del país sede (ya no Japón) hasta este 25 de la edición con 32 en Estados Unidos. El gran Mundial de Clubes ya lleva un cuarto de siglo, aunque el hoy diga que está en auge actualmente.
Diego Martín Yamus. diegoperiodista93@gmail.com.