A los casi 45 años, el inigualable Sebastián «Loco» Abreu nos sigue deleitando con varias de las suyas, dentro de la cancha y fuera de ella, con y sin la pelota. Quien viajara por el mundo con Uruguay en su pecho, con más de 30 clubes, con su curiosa vida en la celeste, está vigente como siempre. «Loco» como casi siempre. Porque los apodos son por algo. Algo como lo que aconteció aquel febrero de 1993 tras quedar eliminado del Sudamericano Sub 17.
Con casi 16, el delantero había empezado a jugar entre once en Nacional de su Minas natal en 1992, y enseguida en la selección Sub 17 de Lavalleja. El técnico de la uruguaya Rudy Rodríguez lo vio y lo convocó para el torneo de Colombia, que daba tres plazas para el Mundial de Japón. Sebastián era sin embargo parte del banco de suplentes de un buen plantel que tenía al gran arquero Bordad, el zaguero Rivas, el medio «Ruso» Olivera o el más conocido Federico Magallanes. Encuadrada en el duro Grupo B con Brasil y Paraguay, la oriental arrancó con derrota 0-1 con los paraguayos, luego goleó 3-0 a Chile pero a pesar de ir ganando ante Brasil cayó 2 a 1 y quedó al borde de no pasar a la fase final, debiendo marcar varios goles al empobrecido Bolivia.
Uruguay salió furioso a buscar la goleada que le diera el pase, y en 45 minutos lo iba consiguiendo. En el reinicio y para agregar más, Rodríguez colocó por primera vez a Abreu en el torneo y el minuano le respondió con dos goles para un 6 a 0 que, empero, no alcanzó para avanzar por menos goles a favor que con Chile.
Según recogieron enviados de la revista argentina Sólo Fútbol, apenas terminó el partido Abreu hizo fuertes declaraciones, fastidiado con la eliminación. «Con Argentina y Brasil no pasa nada, siempre «arrugan» en las finales». Y lapidó: «Antes de tener que jugar un día en esos países, prefiero romperme una pierna».
Tan loco como esa salida fue su trayectoria. Esos países a los que hacía referencia que no quería ir formaron luego parte de su carrera hasta nuestros días. Pasó por River, San Lorenzo y Rosario Central, jugó en Gremio o Botafogo, y hoy aún lo hace en el modesto Athletic Club de Sao Joao del Rei, equipo que toma parte en el torneo estadual Mineiro 1 de Brasil. De botija a grande, Sebastián Abreu siempre tiene un poquito de su locura para regalarnos.
Diego Martín Yamus.
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