En el mundo ultra tecnológico de hoy, sin duda la palabra «carta» suena prehistórica. Tal vez se use para llamar a una documentación específica. Pero en 1988, la carta era el medio de comunicación más usado para largas distancias. Más si se escribía desde Gabón a la Argentina.
Corrían fines de los 80 y la revista Sólo Fútbol era moda en la gente. Entre sus muchas variedades, tenía un correo de lectores donde recibía profusamente inquietudes escritas a mano en papel de hinchas de los más diversos rincones del país. Pero una de las cartas fue muy especial. Un nativo de Guinea Ecuatorial llamado Ricardo Asumu Nehama le envió un mensaje a la revista desde Libreville, capital de Gabón, limítrofe con aquella nación africana. Lógicamente y por su singularidad, la misma apareció en un recuadro aparte con el título «De Gabón, con amor».
Si una carta lejana de un pariente era harto importante, claro que fue toda una noticia que un guineano le escribiera a Sólo Fútbol. Desde África, aquel lugar del que por entonces sólo se sabía de Camerún y poco más, del que cuando se lo nombraba en fútbol muchos se reían. Y una carta, esa palabra que hoy suena rara. Pero en 1988, una carta de Gabón a la Argentina fue posible.
Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar
@lostribuneros