Este viernes, Boca Juniors enfrenta a Estudiantes de Río Cuarto,
tradicional club de Córdoba, en su primer compromiso de la Copa
Argentina 2019. Pero el encuentro que parece inédito tiene un
antecedente. Y con resultado de estruendo.
En 1985 se jugaba el último de los preciosos Campeonatos Nacionales de
la AFA, que en la primera parte del año calendario juntaban a los
habituales de la Primera División con los del interior del país. Por
ese tiempo, Boca andaba tan mal que intentaba salir de la aguda crisis
institucional en que había caído dos años antes. Entre otras cosas
tenía su estadio, la Bombonera, cerrada transitoriamente y hacía
frente a una probable quiebra. Y el equipo dirigido por el recién
llegado Alfredo Di Stéfano navegaba en la más absoluta mediocridad.
Por la zona B del federal torneo, había arrancado mal, con derrota
histórica en Jujuy ante Altos Hornos Zapla y dos empates, con
Estudiantes de Río Cuarto en esa localidad cordobesa y con Temperley
de local en cancha de Huracán. En el Tomás Adolfo Ducó, el 6 de marzo,
disputaba la cuarta fecha de esa primera fase la revancha con el
«león» riocuartense. Necesitaba un buen resultado para repuntar en el
grupo sobre los otros dos que venían bien.
Y vaya si lo consiguió. A los 4 minutos, José Luis Brown, un año más
tarde campeón del mundo con Argentina, abrió el marcador. Y
rápidamente se sucedieron más goles. Roberto Pasucci y Julio
OLarticoechea ampliaron antes de que otra gloria boquense, Roberto
Mouzo, descontara de penal para la visita. Enseguida Alfredo Graciani
volvió a aumentar, y en el reinicio, Brown y Carlos Tapia alargaron.
Dos minutos antes del final, otro penal de Pasucci colocó el
lapidario 7-1 con el que el xeneize se afirmó en la zona.
Boca y Estudiantes de Río Cuarto pasaron igual a la siguiente ronda,
donde quedarían afuera en la eliminatoria directa. El auriazul perdió
con Vélez (subcampeón luego) y tras batir a Altos Hornos Zapla en la
ronda de perdedores, fue definitivamente marginado por Independiente.
En tanto, el cordobés se bajó rápido siendo superado por San Martín de
Tucumán y Temperley. Treinta y cuatro años después, unos y otros,
grandes y no tanto, quieren recordar esa historia. A favor o en
contra. La Copa Argentina tan impredecible lo dirá.
Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar
@lostribuneros