Los inicios de Enzo Francescoli en River Plate tuvieron poco que ver con su posterior brillantísima carrera millonaria. Llegado en 1983 desde Montevideo Wanderers, y si bien convertía goles, aún no era el «Príncipe» que deleitaría a propios y rivales tiempo después. Sin embargo, empezó a aumentar su cantidad goleadora en 1984. Y a grabar leyenda como una tarde de domingo ante Talleres de Córdoba en el estadio Monumental.
Es cierto que la actualidad riverplatense entonces no era la mejor. Apenas salvado del descenso en el 83 y de floja tarea en el Nacional 84, intentó ser protagonista en el Metropolitano, el segundo torneo del año. Enzo ya había hecho ocho goles, pero ese 14 de julio ante el potente cordobés su equipo no lograba romper la paridad, yendo al cero a cero inevitable.
Pero a los 89 minutos, el uruguayo se destapó y convirtió frente al arquero Angel Comizzo (luego también de River) el gol del triunfo. Y su compatriota Víctor Hugo Morales, relator de Radio Mitre y el recordado ciclo Sport 80, tras gritar el tanto remató con algo así como una serie de bondades de electrodomésticos. «¿Quiere que amase?, amasa, ¿quiere que corte?, corta, ¿quiere que ralle?, ralla…» y así varias más, como que hacía de todo por su conjunto.
Probablemente fue la primera gran tarde del diez oriental en River y la Argentina. Porque esa vez ante la T, realmente Enzo Francescoli hizo de todo como un electrodoméstico. Tanto como darle el 1-0 a su banda.
Diego Martín Yamus.
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