1983: Brasil le gana un Mundial a Argentina, el Sub 20, en escandalosa jornada

Este domingo Brasil se consagró campeón por sexta vez del Mundial de futsal en Uzbekistán, al vencer en la final a Argentina 2 a 1, una final que se terminó con polémica en contra de la albiceleste en el último instante. Un contexto muy similar al que se dio allá por 1983: el súper sudamericano definiendo un Mundial, triunfo norteño, y sobre todo cierre a puro escándalo y casi tragedia. Fue en el mítico Estadio Azteca de México, donde ambos libraron el título de la Copa del Mundo juvenil, entonces Sub 19.

Si ya la rivalidad dura existe entre los colosos, qué decir si un encuentro se desmadra. Porque lo sucedido en México tuvo lamentablemente su antecedente en el clasificatorio de Bolivia, cuando el 13 de febrero los brasileños vencieron 3 a 2 en el cierre de la ronda final y uno de ellos se burló de los argentinos, con lo que se armó una gresca entre varios. A pesar de ello, los de Jair Pereyra y la Selección del recién llegado Carlos Pachamé construyeron campañas muy sólidas y a base de triunfos y juego se volvieron a ver el 20 de junio. Casualmente, una semana antes los combinados B de ambos habían librado la decisión del Torneo Esperanzas de Toulon, donde Argentina igualó a uno pero perdió en penales al fallar todos sus tiros. Ese nublado domingo en el país era la revancha.

Ambos contaban con buen conjunto e individualidades: Jorginho, Dunga, Geovani y Bebeto (éste suplente), Luis Islas, Borelli, Gaona, el “Monito” Zárate, el “Turco” Claudio García y el goleador Jorge Gabrich. Después de un rato de estudio, Brasil tuvo las más claras. Pero como pasó hoy en el futsal, recibió un regalo de un penal dudoso a los 39 minutos por el árbitro francés Gérard Biguet, cuando según su visión Borelli derribó a Paulinho. Geovani marcó y sentenció el que sería el 1 a 0 del primer título para Brasil. Que tuvo algunas ocasiones más pero conservó el resultado, ante una Argentina sin juego. Sin embargo, en el minuto 90 Gabrich fue desplazado ilícitamente por el lateral Heitor y era penal,  que Biguet decidió ignorar.

Ése fue sólo el comienzo del bochorno. Apenas terminado, Dunga escupió a Mario Vanemerak y otra vez una pelea de proporciones entre varios en el campo. Al mismo tiempo, García y Gabrich tuvieron un serio incidente con fotógrafos. Todo mientras intentaba realizarse la ceremonia de cierre con globos aerostáticos y chicas desfilando. De pronto el caos: los globos se incendiaron y algunas mujeres sufrieron quemaduras de consideración y debieron ser internadas. Así, Brasil se llevaba México 83 y Argentina toda la bronca. Esa tarde que el cruce de gigantes definiendo un Mundial debió haber sido una fiesta.

Diego Martín Yamus.
diegoperiodista93@gmail.com.

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