Era impensado que un país modesto se impusiera en la poco competitiva región del Centro y Norte de América, la CONCACAF. Tanto en los torneos regionales como en las eliminatorias para un Mundial, las ganancias eran para México y un par de naciones de América Central. Pero en 1973, el pequeño Haití los golpeó al ganar aquel hexagonal final mundialista que hacía de Copa zonal y llegar por única vez hasta hoy a una Copa del Mundo, en Alemania Federal.
Hasta 1970, el considerado país más pobre de América sólo había jugado dos eliminatorias para 1934 y 1954, donde fue rápidamente marginado. Su único logro internacional desde su debut en el fútbol en 1925 había sido la extinta Copa CCCF, predecesora de la actual Copa de Oro, en 1957. Desde allí se afilió a la flamante CONCACAF y participó en la Copa, otra antecesora de la Gold Cup, con malos números. Hasta que en 1969 sorprendió al arribar hasta la final por la plaza para el Mundial de México ante El Salvador, a quien se atrevió a golear 3-0 en San Salvador, obligando a un tercer partido que perdió en Jamaica en alargue. Y en 1971 fue segundo del coloso México en la Copa CONCACAF de Trinidad y Tobago.
La ruta previa a Alemania 74 tenía una nueva fuerza para intentar el lugar entre los 16 afortunados. En 1972, el legendario Antoine Tassy, campeón como jugador de aquella proeza del 57, condujo a los Grenadiers a la ronda final tras dos goleadas a Puerto Rico 7-0 y 5-0, donde de los 12 goles el brillante Emmanuel Sanon hizo seis. Pero la responsabilidad era mucho mayor aquel Noviembre y diciembre de 1973 en Port au Prince, su capital, frente a potencias como México y Honduras. Eran seis competidores que todos contra todos lucharían por el título regional y el premio mayor, esa plaza mundialista. Los mexicanos tenían su larga y rica historia, viniendo de llegar a los cuartos de final de su Mundial 70, y Honduras y el antiguo campeón Guatemala eran protagonistas en la zona.
Haití comenzó ese corto pero difícil trabajo el 1 de diciembre, venciendo al más accesible, las desaparecidas Antillas Holandesas, 3 a 0 con dos de Sanon y uno de Philippe Vorbe, otra de sus figuras. El 4 obtuvo su segundo triunfo ante otro caribeño, Trinidad y Tobago, 2 a 1 por Sanon y Roger St. Vil. Mientras, Honduras y México sumaban empates y Guatemala no podía con Antillas. Y el 7, los haitianos consiguieron un clave 1-0 sobre los hondureños con tanto de Guy St. Vil en el segundo tiempo.
Trinidad y México se acordaron de ganar y pusieron en aprietos a los locales. Pero éstos fueron quienes aceleraron y cruzaron la meta primeros. El 13 de diciembre, más de 15.000 personas fueron testigos de la victoria 2 a 1 a Guatemala con doblete de Sanon y la hazaña de la clasificación. Dos goleadas de los trinitenses, una histórica a México, no alcanzaron para pararlos, como tampoco la derrota de la última jornada el 17, frente justamente a México 0-1. Haití sumó 8 puntos sobre 10, seguido por Trinidad y Tobago y México con 6, y viajó a Alemania.
Los rojinegros del Caribe eran la segunda nación de la región en ir a un Mundial, tras Cuba en 1938. Y luego de amistosos contra Brasil, Uruguay y Chile pisaron el suelo de la Copa del Mundo. Fue el 15 de junio de 1974 en el estadio Olímpico de Munich, cuando debutaron por el Grupo 4 nada menos que con el subcampeón vigente Italia. Antoine Tassy alineó a Francillon; Bayonne, Nazaire, Jean-Joseph, Auguste; Francois, Désir, Vorbe; Antoine, Guy Saint-Vil y Sanon. La primera sorpresa la dieron al irse al descanso 0 a 0. Y al reinicio, Barthélemy ingresó por St. Vil y apenas arrancado, Sanon doblegó a Dino Zoff y provocó la explosión en su país.
El sueño duró unos minutos, hasta que Italia revirtió y se impuso 3 a 1. Y la realidad la ratificaron Polonia (7-0) y Argentina (4-1), y además Jean-Joseph dio positivo en un control antidóping. Pero ellos ya habían hecho su marca grande. Para Haití, arribar a un Mundial fue sin duda como ganarlo.
Imagen del histórico día de la clasificación ante Guatemala:
Diego Martín Yamus.
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