En los años 60 el fútbol internacional aún era primitivo. La organización de algunos torneos era irregular o recién empezaba. Las confederaciones iban naciendo. Los reglamentos de competición eran todavía antiguos, como el sorteo con moneda. Y si además se daban en la recién descolonizada África, todo quedaba más expuesto. Así fue la insólita definición de los primeros Juegos Africanos en Congo en 1965.
El continente había tenido un sueño de realizar un evento multideportivo desde que el barón Pierre de Coubertin, el padre de los Juegos Olímpicos, diera la idea en 1925 para Argelia, que nunca se hizo, igual que en 1929 en Alejandría, Egipto, debido a intereses colonialistas del Reino Unido sobre la nación árabe. La independencia en masa de los países africanos entre fines de los 50 y comienzos de los 60 dio lugar a que la idea renaciera. El Comité Olímpico Internacional (COI) acordó su creación y surgió la Asociación de Comités Olímpicos de Africa (ANOCA). Así Ccongo fue el primer anfitrión de los Juegos en su capital Brazzaville entre el 18 y el 25 de julio de 1965, con 2500 atletas de 29 países en 10 deportes para hombres y sólo dos para mujeres. De esos deportes, unoera el fútbol, ya conocido en algunos lugares de Africa y con su naciente Copa Africana de Naciones (CAN).
Pero no fue tan fácil el marco para el nuevoproyecto. Congo estaba recién separado de la colonización francesa. La ciudad, bajo temor de acciones de revolucionarios, fue militarizada y controlada con mucho celo. Por suerte, el campeonato se llevó a cabo con ocho equipos en dos zonas de cuatro. Los locales apenas habían jugado certámenes regionales como la Coupe Tropiques que ganaron en 1962, pero no eran parte de la CAN. Tenían enfrente a rivales con más historia como Malí, Argelia o Costa de Marfil. Pero se las arreglaron y tras batir a los marfileños en las semifinales, llegaron a su primera decisión en sólo cinco años de competencia, el 25 ante los malienses.
Éstos contaban con Salif Keita, quien en 1970 sería el primer Balón de Oro al mejor futbolista africano entregado por la revista France Football. Pero el Stade de la Révolution estaba lleno para un triunfo de los Diablos Rojos, hasta con su mítico presidente Alphonse Massemba-Débat. El match fue tan parejo que tras 90 minutos reglamentarios y un alargue de nada menos que 50, no hubo goles.
Y como aún no existían los tiros desde el punto penal y tampoco la moneda había llegado a Africa, el reglamento marcaba que ganaría el que hubiera tenido más tiros de esquina a favor. Congo contó con siete contra dos de Malí y así fue el campeón y medalla de oro de sus Juegos, además la única que logró esa primera edición que ganó Egipto.
Hace décadas se estilaba en Radio Rivadavia contar los córners con número. Esa Africa de los 60 lo necesitó para, luego de correr 140 minutos, definir una final.
Fuentes: RSSSF y Wikipedia
Diego Martín Yamus.
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