Argentina, es sabido, es uno de los países donde el fútbol es casi religión. Cada día, cada semana, más con el correr de las décadas, el asunto ocupa un buen porcentaje de nuestra vida diaria. Pero su riquísima historia comenzó allá lejos y hace tiempo, tanto como casi dos siglos.
En los años de 1860, el fútbol empezaba lentamente a salir de Gran Bretaña, donde había sido inventado y popularizado. Su liga es la más antigua del mundo. Y en 1863 asentó las reglas del deporte. En Argentina, los inmigrantes ingleses empezaron a intentar sembrar las semillas del mismo. Dos de ellos fueron los hermanos Thomas y James Hogg, que en mayo de 1867 publicaron un aviso en el diario The Standard promoviendo la realización de un partido. El 9 de mayo se creó con ese fin el Buenos Aires Football Club, y el 20 de junio se concretó ese primer encuentro, que curiosamente no fue once contra once.
Los dos conjuntos del Buenos Aires FC contaron con ochoh futbolistas y se enfrentaron en la bella zona de los bosques del barrio capitalino de Palermo, donde hoy se ubica el precioso Planetario. Según The Standard, el partido comenzó a las 12.30 horas y los equipos denominados blanco y colorado formaron así:
Equipo Blanco: Thomas Hogg, James Hogg, Forrester, T. Smith, Bond, E. Smith, Rabsbottom y N. Smith.
Equipo Colorado: Heald, Best, U. Smith, Barge, Willmont, Ramsay, Simpson y Boschetti.
A pesar de los esfuerzos de varios inmigrantes como Isaac Newell, fundador de Newell’s Old Boys, o Alexander Watson Hutton, considerado «el padre del fútbol argentino» por los historiadores, debieron pasar 24 años para el primer campeonato oficial, en 1891. Luego vinieron la era amateur, la profesional, los Nacionales, el Metro, el Apertura y Clausura, la Superliga, las ligas del interior. Pero ese 20 de junio no fue sólo el Día de la Bandera en honor a don Manuel Belgrano, prócer y creador de la enseña patria. Fue la bandera de largada del más popular de los juegos en Argentina.
Fuente: Wikipedia
Diego Martín Yamus.
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