La selección de Catar se aseguró el título de campeón de Asia por segundo año consecutivo después de una emocionante victoria por 3-1 sobre Jordania en la final disputada en el estadio Lusail. El partido estuvo marcado por la controversia con tres penales otorgados a Catar, todos confirmados mediante el sistema de videoarbitraje (VAR), que resultaron en los tres goles del héroe del día, Akram Afif.
El primer gol llegó al minuto 22 a favor de Catar, pero la alegría fue efímera cuando Yazan Al Naimat empató para Jordania, que aspiraba a su primer título continental. Sin embargo, la intervención del VAR cambió el rumbo del partido cuando seis minutos después se concedió un penal a favor de los locales, lo que les permitió recuperar la ventaja en el marcador.
Bajo la dirección del entrenador español Tintín Márquez, el equipo catarí demostró su calidad y determinación para asegurar el bicampeonato, consolidando su posición como una potencia emergente en el fútbol asiático.