Mucha fiesta y homenaje. Clima de exitismo y la sensación, en la previa, que el equipo de ‘Zizou’ iba a ser hueso sencillo de roer. El partido clásico jugado en un Camp Nou que contaba con casi 100 mil personas en las graderías terminó de manera no apta para personas impresionables.
Este juego, válido por la jornada 31 de La Liga, fue enredado, entrecortado, lleno de tarjetas amarillas. Demasiadas piernas. Muchos hombres. Poco espacio durante gran parte del encuentro.
Barcelona fue, indudablemente, el dueño y señor del balón con el 65% del porte, sin embargo, quien tuvo el toque de calidad fue su adversario que gozó de espacios suficientes como para poder marcar.
El uruguayo Luis Suárez tuvo la gran chance de poner las cosas 1-0 en la primera etapa pero, increíblemente, perdió un gol de esos que por lo general lo hace con mucha facilidad.
Real Madrid, que había sido humillado por este rival en su feudo por la primera rueda, aprendió como jugarle a este adversario. Les dieron parte del terreno, no presionaron arriba pero sí se adelantaron la defensa.
Sergio Ramos fue un batallador y protagonista del partido, a tal punto, que se marchó expulsado cerca del final, antes del tanto del triunfo.
Messi, Suárez y Neymar fueron desarmados y apartados. Nunca se les dejó jugar en equipo y cuando tuvieron la chance de hacer alguna de las suyas la bien plantada defensa obró y la buena fortuna también tuvo su cuota parte.
Nadie era capaz de embocar un gol. Bravo y Navas respondieron cuando fueron solicitados. No aparecían ni Cristiano Ronaldo, ni Benzema, ni Bale.
Parecía que la brega iba a acabar con marcador cerrado, al menos por lo visto. Sin embargo apareció de manera imponente el zaguero Gerard Piqué, quien burló la marca de Pepe, y de cabeza ponía el 1-0. Iban 56′.
En lugar de jugar con el resultado a favor y con la necesidad de su adversario, el club catalán fue a tratar de golear, dejando terribles baches del medio hacia atrás.
Marcelo se sumó al ataque por su lateral izquierdo, hizo una diagonal al centro sin que nadie ponga resistencia, se la tiró a Tony Kroos que entraba a todo vapor por la derecha del área grande, la tiró al centro y el francés Benzema, de volea, no perdonó: 1-1.
A partir del empate el conjunto merengue el local enloqueció. Luis Enrique mandó al campo al turco Turam por Rakitic, que fue quien tuvo mayor protagonismo en la faz ofensiva, pero de poco sirvió porque, tal vez, pudo haber colocado en la cancha a dos valores más para poner orden.
Bale, el jugador galés, había dado vuelta el resultado pero de manera insólita el juez de línea anuló el gol tras una inexistente falta. Había sabor a injusticia en el Camp Nou.
Mucho corazón pero poca razón puso el azulgrana que, además, tuvo la ventaja de quedarse con un hombre más en la cancha gracias a la expulsión del capitán merengue Sergio Ramos.
Faltaban 5′ para el cierre, más descuentos. Pintaba para que el Barcelona lo gane porque su pueblo lo empujaba, sin embargo, otro ataque desde la derecha, Gareth Bale tiró un centro hacia el otro extremo del área chica, Cristiano Ronaldo la bajó con el pecho y antes que Claudio Bravo le cierre el ángulo, se la mandó a guardar.
Este triunfo del Real Madrid fue justo por como se pararon y por la garra que pusieron.
Barcelona sigue como líder exclusivo con seis unidades de diferencia sobre el Atlético Madrid que vapuleó 5-1 al Betis.
Formaciones:
BARCELONA
Bravo; Dani Alves, Piqué, Mascherano y Jordi Alba; Rakitic, Busquets e Iniesta; Messi, Suárez y Neymar. DT. Luis Enrique.
Cambios: Turan x Rakitic, 74′.
Gol: G. Piqué, 56′.
REAL MADRID
Navas; Daniel Carvajal, Pepe, Sergio Ramos y Marcelo; Modric, Casemiro y Kroos; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. DT. Z. Zidane.
Cambios: Jesé x Benzema, 78′; Lucas Vázquez x Bale, 91′.
Goles: Benzema, 62′; Cristiano Ronaldo, 85′.
Estadio: Camp Nou, Barcelona
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